Entrevista | César de la Hoz Centrocampista del Real Oviedo

El fichaje del Oviedo, César de la Hoz, se abre para LA NUEVA ESPAÑA: "Si el cuerpo aguanta, me veo jugando hasta los 40 años"

"Cuando el Oviedo quería ficharme, me ponía la canción de Melendi y me mejoraba el humor"

César de la Hoz golpea  el balón en El Requexón.

César de la Hoz golpea el balón en El Requexón. / DAVID CABO

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Oviedo

La integración en el campo se ve a leguas. La del vestuario va por el mismo camino. César de la Hoz (Orejo, Cantabria, 1992) se une al grupo de veteranos -Dani, Calvo, Paulino, Aarón…- que le dan a las cartas en los viajes. Así, entre lo futbolístico y lo social, da la impresión de que lleva media vida en el Real Oviedo. En su conversación con LA NUEVA ESPAÑA, el centrocampista relata las ganas que tenía por firmar de azul con una ilustrativa anécdota con Melendi entre medias. Pero, antes, hace un repaso a sus primeras sensaciones en el conjunto azul.

¿Cómo llega a Oviedo?

Había quedado con mi agente en Navidad, y camino de la cita le llamó Agustín (Lleida) y me lo comentó. Era lo que más me atraía, por un proyecto ambicioso, justo lo que buscaba.

Parece raro que no haya jugado ni un minuto en Liga con el Valladolid.

Yo creo que el entrenador no contaba conmigo desde un principio. De hecho, el club me dice que es así a 4 días de cerrarse el mercado de verano. Y ya no era el momento de salir porque no había nada que me ilusionara como esta oferta del Oviedo. Decidimos esperar. Además, tuve algunos problemas físicos y no llegué a arrancar bien. Mi ilusión era llegar al mercado de invierno y que surgiera algo interesante, como así fue.

¿Cómo le convence el Oviedo?

Veía los últimos años y es de un proyecto al alza, ya se vio el año pasado. Y este, igual. Se ve que apuestan por el ascenso y eso es importante. Además, el fútbol que practica le viene bien a mis características y el entrenador, Calleja, insistió en mi llegada y a eso le das valor. Quería tener minutos y un proyecto ganador, y eso me lo daba el Oviedo.

Se habló también de que el Zaragoza y el Sporting le querían...

Sé que hubo interés porque mi agente me lo comentó. Pero la prioridad era el Oviedo desde el primer momento. No hubo mucho que discutir.

¿Desde dentro qué ve?

Confirma lo que pensaba. Veo una plantilla completa, con nivel, y dentro del vestuario se ve ambición, con un objetivo marcado.

En Almería se vio la mejor versión del Oviedo.

Era una prueba importante para ver cómo estábamos. El Almería tiene la obligación de subir y ya les ganamos en la primera vuelta y el otro día les plantamos cara. Merecimos la victoria.

¿Sale el equipo reforzado con el punto?

Sí, porque ves que aquello que trabajas por semana sale en el campo. Es importante también no relajarse aunque lo hayas hecho bien porque como te dejes llevar en esta categoría, aunque sea un 5 por ciento, te puede costar caro.

César de la Hoz, en El Requexón. | DAVID CABO

César de la Hoz, en El Requexón. / DAVID CABO

Cómo vio desde su posición el remate de Colombatto?

Desde donde estaba lo vi muy, muy justo. Y así que algunos dicen que entró y otros que no. Algún compañero que tenía detrás dice que vio claro que entró. Y Luis Suárez decía "no ha entrado, está clarísimo". Y yo le contesté "a ver Luis, si yo no lo veo, tú menos..." (risas). El árbitro ahí solo nos dijo que había que esperar a lo que le dijeran del VAR.

Al margen de esta jugada, ¿qué opina de la implantación del VAR?

Genera mucha polémica, no siempre tenemos claro qué se va a pitar ni sus motivos. Los árbitros yo creo que también están aprendiendo estos años en el uso del VAR y confío en que vayan mejorando. Es una herramienta muy positiva pero hay que aprender a emplearla bien para que no dependa de interpretaciones, que sea más claro.

Antes la crítica al árbitro era más directa, pero ahora crecen las conspiraciones...

Sí, pero también es verdad que no nos acordamos de lo que teníamos antes. Ves un partido de hace años y gana un equipo con un gol en fuera de juego por un metro... Eso lo evitamos. Aunque también siguen existiendo jugadas ambiguas.

Una directa: visto lo visto, ¿firma el play-off?

Mmm... (Se piensa la respuesta).

Una pista: Calleja dijo en este periódico que él no lo firmaba.

Estoy de acuerdo, sí. No podemos firmarlo en la posición en la que estamos ahora mismo. Estamos muy cerca del ascenso directo. Hay que ir con todo y ya veremos dónde estamos cuando queden 3 o 4 partidos.

Esta Segunda vuelve a ser una locura...

Pasarán 10 jornadas y seguiremos estando todos apretados. Todos los equipos compiten bien y depende de detalles. Es la liga "hipertensión"...

Usted que sabe lo que es ascender, ¿cuáles son las claves?

Además de jugar bien y tener una idea, la cohesión del grupo me parece importantísimo. Antes quizás no lo tenía tan valorado, pero después de lo del año pasado con el Valladolid... Recuerdo que perdimos en Ferrol y nos salimos del play-off, a tres meses del final o por ahí. Con el entrenador en la cuerda floja, un ambiente social complicado... Y fue muy importante cómo lo gestionó el grupo. Lo sacamos adelante.

En lo personal, parece una integración perfecta.

Pensé que me costaría más al principio, llevaba mucho tiempo sin jugar habitualmente. Me he sentido muy bien arropado por el equipo y la idea de juego encaja en mis características. Es la posición dónde más he jugado y dónde mejor me encuentro. Todo ha ayudado. Parece que he caído de pie.

¿Físicamente nota la carga?

Durante los partidos no tanto, pero los dos días después de jugar estoy reventado... (risas). Encima tengo un niño de un año que te exige más.

¿Cómo empezó en el fútbol?

Con 4 años, muy joven, en el equipo del pueblo. Me entrenaba con niños mayores. Luego en alevines llegué al Racing, los años más divertidos del fútbol, cuando juegas en el torneo de Brunete y escuchas la música del Plus antes de jugar y te sientes profesional. En el Racing me tiré 12 años. Alguna vez me pusieron de central, pero el 95% de mi vida en el fútbol ha sido como mediocentro.

¿Su ídolo de pequeño?

Me encantaba Gonzalo Colsa, que era medio como yo, pero él sí marcaba goles, por eso me gustaba (risas). Y luego Xabi Alonso y Busquets.

¿Hizo algún otro deporte?

Bádminton, jugué hasta los 14. De hecho tengo una amiga, Lorena (Uslé), que estuvo aquí en el Oviedo entrenando desde los 16 años y ha sido internacional, y hace poco la vi ya aquí, hacía años que no la veía.

¿Hay un momento que vea que puede ser profesional?

Va surgiendo... Pero en juveniles hicimos una buena temporada, era el capitán, me subían con el filial. Ves que las cosas te van bien. Pero también te digo que con 23 años con el Betis B descendí a Tercera y vi que la cosa se complicaba. Y lo que es el fútbol, al año siguiente di el salto a Segunda División. El fútbol es la leche.

¿Estudió?

Sí, fisioterapia. Me costó 10 años sacarlo, le doy mucho valor, y si tengo que trabajar de ello lo haría, pero prefiero estar en algo más cercano al fútbol. Me gusta mucho este deporte.

Un consejo que le diría a los jóvenes que empiezan en el fútbol.

Que sean constantes y tengan paciencia, que esto es muy largo, no hace falta estar con 18 años en Primera. Mira yo, que debuté con 30. Cada uno tiene su ritmo, pero con constancia.

Alguno del Vetusta que le haya llamado la atención.

Me ha sorprendido Tejón, tiene cualidades, buen toque de balón, criterio... Me ha gustado.

Tiene 32 años, no le quiero retirar... ¿pero está ya con la mentalidad de que se acerca el día que se acabe el fútbol?

Si el cuerpo me lo permite voy a estar hasta que aguante, hasta los 38 o los 40. Es una edad alta, pero esto es lo que me gusta, lo que me apasiona, vengo a entrenar feliz. Todo lo que pueda estirar esto, lo estiraré.

No sé si ha visto imágenes del play-off del año pasado en Oviedo. ¿Se imagina vivir algo así?

El año pasado vi la previa del partido contra el Espanyol, en la que actuó Melendi, y me impresionó. Te voy a contar una cosa… Cuando me hablaron del interés del Oviedo, al principio yo me iba un poco triste al entrenamiento del Valladolid porque quería salir pero entonces no podía. Y en el trayecto de 5 minutos hasta la ciudad deportiva me ponía la canción de Melendi y decía "venga, voy a ponerle actitud que esto al final seguro que sale". La cosa es que escucharla me mejoraba el humor. Y ahora en las previas de los partidos la ponemos en el autobús y te vas metiendo e imaginando un ambiente así.

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