Colíder con duende: el análisis de la remontada azul en Burgos

Se presentó en Burgos un Real Oviedo quizá excesivamente rácano, con pases muy sencillos, sin ningún peligro ni profundidad, contra un Burgos que entendió mucho mejor el partido. Se jugaba más a lo que quería el equipo local, y en una de sus sencillas transiciones tras un centro lateral puso el 1-0 el marcador, obra de, quién si no, Borja Sánchez, jugador cedido del Real Oviedo, un jugadorazo, en mi humilde parecer uno de los escasos lunares en la dirección deportiva de este equipo, sin entrar en valoraciones económicas, jugador ovetense y oviedista que creo que podría aportar mucho a este equipo.

A raíz del gol local, el Oviedo se estiró un poco en el terreno de juego y en una de las pocas jugadas que pudimos hilvanar nuestro "killer" puso el empate en el marcador con un certero cabezazo con el que se llegaría al descanso. Decían al lado de mí unos peñistas al final de la primera parte: "No se puede hacer más con menos".

El míster hizo un doble cambio al descanso, señal de que no le estaba gustando nada más que el resultado, quitando a un siempre mejor revulsivo Hassan y a un superado De la Hoz para sacar a Moyano y Sibo, y el equipo empezó a ganar más disputas en la medular y tuvo más posesión de balón y paciencia en los metros finales.

Aun así, el partido estaba muy igualado, sin ningún dominador claro, y pintaba a X claro en la quiniela, pero el Oviedo este año tiene duende, y en un balón parado y una indecisión en la salida del portero burgalés el balón le llego al capi, Dani Calvo, que la empujó con la testa a la red, para alegría infinita de los 1.500 oviedistas que se dieron cita en Burgos.

A partir de ahí el Oviedo con el botín en el zurrón, se dedicó a dejar pasar el tiempo inteligentemente, sin complicaciones defensivas, el míster puso a un tercer central para ello, quitó a Seoane, que va volviendo a ser el que fuera, y sacó a Luengo para mayor seguridad defensiva, y así fue hasta el final del encuentro, con el susto de Alemão, que esperamos que no sea nada y sobre todo una última ocasión del Burgos, y primera en la segunda parte diría yo, inconcebible de conceder. Pero ya sabemos, el duende este año viste de azul y blanco.

Y así, el Real Oviedo durmió líder el sábado y acabó colíder la jornada 28.º de Liga, ningún equipo tiene más puntos que nosotros en Segunda División.

Entiendo perfectamente a los escépticos y a los nada triunfalistas, porque quedan 42 puntos en juego, un mundo y todavía puede pasar de todo, pero creo que es el momento de disfrutar, aunque sea esta semana, y de disfrutar mucho por lo menos hasta el domingo a las 16:15,no creo que muchos equipos puedan echar la vista atrás y sentirse tan orgullosos de dónde venimos y a donde vamos.

¡Hala Oviedo!

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