Cazorla pasa a la historia del Oviedo en una previa con mucha samba

La entidad azul inaugura un palco con el nombre del medio antes de un partido en el que los paisanos de Alemão se hicieron notar

Joe Aboumrad, del Grupo Carso, Armando Martínez, India Cazorla, Úrsula Santirso, Santi Cazorla, su hijo Enzo, Jesús Martínez y Martín Peláez, ayer, durante el homenaje al llanerense en la previa del partido. | LUISMA MURIAS

Joe Aboumrad, del Grupo Carso, Armando Martínez, India Cazorla, Úrsula Santirso, Santi Cazorla, su hijo Enzo, Jesús Martínez y Martín Peláez, ayer, durante el homenaje al llanerense en la previa del partido. | LUISMA MURIAS

Joaquín Alonso

Joaquín Alonso

Oviedo

Santi Cazorla fue ayer el gran protagonista dentro y fuera del césped del Carlos Tartiere. El llanerense, doble campeón de Europa, recibió un homenaje en la previa del partido que dejará huella en la historia azul. El Grupo Pachuca, en un gesto de reconocimiento a su legado, decidió renombrar el palco de honor del feudo carbayón con su nombre: "Palco de honor Santi Cazorla".

Mientras los jugadores del Oviedo calentaban sobre el verde, una representación del grupo inversor azteca, encabezada por Jesús Martínez, irrumpió en el terreno de juego. En el centro, una mesa y sobre ella, un enorme botón que Cazorla tuvo el privilegio de pulsar. Al hacerlo, una gran cortina se descorrió, revelando la nueva denominación del palco, donde antes se leía "Ayuntamiento de Oviedo". Entre aplausos, el doble campeón de Europa agradeció el gesto con humildad, pero no tardó en mirar a sus compañeros y pedirles que dejasen las arengas para más tarde. Era momento de refugiarse en el vestuario y preparar el duelo, que se antojaba vital. Más tarde, El Mago redondeó su tarde con el segundo gol desde que viste de azul y el primero en el Tartiere, cumpliendo el sueño de aquel niño que, antes de ganar dos Copas de Europa, soñaba con anotar en el feudo azul.

José María Menéndez, Lilia Oliveira y Jaqueline Da Souza, ayer, en la plaza Miñor, antes del partido. | J. A.

José María Menéndez, Lilia Oliveira y Jaqueline Da Souza, ayer, en la plaza Miñor, antes del partido. | J. A.

Antes de todo aquello, el club carbayón había organizado un recibimiento al autocar que trasladaba a los jugadores desde el Silken Monumental Naranco hasta el estadio. Entre la multitud azul que esperaba su llegada, Lilia Oliveira, José María Menéndez y Jaqueline Da Souza, una familia a medio camino entre Brasil y Asturias, afincada en la región desde hace ya dos décadas.

Menéndez, oriundo de Viodo (Gozón), conoció a Oliveira y, desde entonces, sus caminos se entrelazaron como hilos en una misma bandera. "Ella es del Oviedo gracias a mí", bromeaba Menéndez mientras deslizaba el dedo por su móvil. En la pantalla, una galería de imágenes junto al ariete azul, Alemão.

La afición recibe al autocar azul en la calle Alejandro Casona.

La afición recibe al autocar azul en la calle Alejandro Casona.

"Somos los que nos ponemos detrás de los banquillos con la bandera brasileña. De hecho, cuando la gente ve que Alemão ondea una en las celebraciones, solemos dejársela nosotros", cuenta la familia con orgullo. Entre cánticos y bufandas al viento, el Tartiere se preparaba para otra noche de fútbol. Y en algún rincón de la grada, una bandera amarilla y verde con el lema "Orden y progreso" volvía a encontrar su sitio.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents