Sin el "Mago", en una cita que puede marcar tendencia: así llega el Oviedo a la decisiva cita de Los Cármenes

Por eso de querer retorcer las palabras y darle una vuelta más de tuerca al asunto, Fran Escribá, entrenador -en entredicho- del Granada, defendió ayer que más que "una Liga de 11 partidos, lo vemos como 11 Ligas de un solo partido". Sea como fuere, el caso es que cualquier punto en las once fechas que restan puede ser definitivo. Lo sabe Escribá y lo sabe Calleja. Y en ese contexto de máxima igualdad los duelos directos adquieren aún más importancia.

Hoy, Granada y Oviedo (21.00 horas, Los Cármenes) dirimen algo más que un simple partido porque la sensación para todos es que tras los 90 minutos habrá un proyecto que siga su rumbo y otro que saldrá más que tocado. Perder aumentaría los problemas para un Calleja que sigue viendo el vaso medio lleno. Puntuar se traduciría en mantener o aumentar una ventaja más que jugosa ante un rival directo.

La mala noticia, seguramente una de las peores, es que no estará Santi Cazorla en un choque con tanto peso. El canterano tampoco se entrenó ayer, como ha sucedido toda la semana, y finalmente se ha caído de la convocatoria. Calleja aportó dosis -inusuales hoy en día- de naturalidad al estado del internacional, hablando abiertamente de "sobrecarga en el adductor".

Así que el entrenador no podrá contar con su capitán, con el jugador que acumula más batallas cargadas de decibelios en la categoría justo en el día que más hace falta su experiencia. Habrá que ver ahora cómo afronta Cazorla la recuperación de esas molestias. Si se ha parado a tiempo, el de Llanera podría volver pronto con el grupo. En todo caso, todos parecen por la labor de afrontar su puesta a punto de la forma más conservadora posible, ya que el recuerdo de la temporada pasada, cuando se lesionó en las últimas semanas y solo pudo estar en el desenlace de Cornellá en una pobres condiciones, sigue pesando.

Pero ahora toca Granada. Sin Cazorla. Y con mucho en juego: de un plumazo, el Oviedo puede enterrar sus dudas y a un rival directo por el anhelado ascenso.