Paunovic recupera las cabezas, ahora toca el juego: el análisis del primer mes con el serbio a los mandos

Da la sensación de que Veljko Paunovic emplea sus intervenciones públicas para lanzar mensajes a sus propios futbolistas en un intento, lógico, por levantar la moral del grupo, algo caída tras el último mes de Calleja al frente. De ahí que siempre opte por relanzar las bonanzas de sus chicos, de subrayar su profesionalidad. De puertas hacia dentro, el serbio es más crítico, claro. Aun así, de vez en cuando sale alguna reflexión más sincera que ese discurso oficial. En la sala de prensa de El Arcángel lo hizo: "No vamos volando, pero se ha restablecido la confianza del equipo". El primer paso marcado por el técnico está dado, ahora toca dar una zancada.

Mejora individual.

Si Paunovic se puso como primera meta la recuperación de sus piezas fundamentales, la misión es exitosa. Jugadores como Nacho Vidal, Dani Calvo, Sibo o Seoane (este algo menos en Córdoba) han dejado atrás las dudas del último mes de Calleja. Otros como Luengo y Viñas han emergido en la ecuación. Que la base del equipo suba el nivel es básico para entender por qué el Oviedo ha sumado 8 de los últimos 12 puntos en juego y que Paunovic aún no conozca la derrota.

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Cuando el juego del equipo no es el óptimo, las individualidades pueden salvar los muebles. Como Luengo y Calvo en Córdoba, al margen de un milagroso Aarón, uno que no ha bajado el nivel en todo el año.

Afortunada vuelta a la rutina.

En este mes de nuevo mando, Paunovic no ha introducido grandes cambios en la propuesta de juego. No era una labor sencilla y tampoco parece que la intención del serbio llevara a una gran revolución. Ha optado por un camino más seguro: tomar el testigo de Calleja, reforzando algunos conceptos y refrescando las mentes. Resumiendo, se puede decir que el principal mérito de Paunovic hasta la fecha es el de devolver al Oviedo a inicios de 2025, a aquella versión del equipo armado por Calleja que, sin brillantez en el juego, sumaba como rutina, también en las versiones más grises.

Los dos goles encajados en cuatro partidos son el mejor ejemplo. No hay que olvidar que cuando el Oviedo de Calleja atravesó su momento de mayor bonanza en el campeonato lo hizo amparado en la solidez defensiva, esa que Paunovic ha recuperado del baúl en sus primeras semanas al mando.

Triple examen al técnico.

Paunovic ha sabido levantar el ánimo, ha recuperado la moral de la tropa. Ahora toca el fútbol. Tras este primer mes de adaptación a la carrera, el calendario atraviesa en las próximas semanas un sendero estrechísimo. Los duelos ante el Levante (segundo), el Huesca (séptimo) y el Racing (tercero), los dos últimos fuera de casa, servirán para saber si los azules pueden pelear por el ascenso directo y, de paso, para evaluar de una forma fidedigna la labor de Paunovic como estratega, tras más de un mes de confianza desde su llegada a El Requexón.

Al serbio se le contrató por su carácter, como revulsivo, pero también por el trabajo táctico y estilo de sus equipos. Las tres finales que vienen, con un vestuario recuperado, son una gran ocasión para plasmar su ideario futbolístico.

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