Los Cazorla también pasan calor en la previa azul: el oviedismo invade Almería

La afición del Oviedo, con la familia del llanerense incluida, vive una previa histórica en la ciudad andaluza: "Empieza el regreso"

Los Cazorla también pasan calor en la previa azul: el oviedismo invade Almería

J. A. / A.D.

Joaquín Alonso

Joaquín Alonso

Enviado especial a Almería

Ni los 35 grados que marcaban los mercurios de Almería frenaron a la marea azul. Cientos de oviedistas acudieron a la ciudad andaluza para estar cerca de los suyos en su camino a Primera. Calor, nervios y, obre todo, muchas horas muertas en la previa de un partido de horario nocturno. Los autocares pusieron iniciaron el viaje desde el Carlos Tartiere el viernes por la noche. Llegaron a Almería por la mañana, por lo que a la gente le tocó hacer turismo. Entre ellos, la familia de Santi Cazorla, emblema del conjunto carbayón. Su mujer, Úrsula Santirso, y su hija, India Cazorla, aguardaban impacientes en los aledaños del estadio a que su querido Santi iniciase la gesta. Resguardadas bajo un pino del paseo del Almería Stadium, pronosticaron la victoria azul. «Vamos a ganar, eso seguro», decía la joven India, de doce años. Ella, junto a su madre, desean el ascenso del Oviedo, aunque la benjamina de los Cazorla, no es muy optimista en cuanto al olfato goleador de su padre, el doble campeón de Europa. «Meterá uno», dijo.

Con ellos, Héctor Blasco, Aida López y Hernán Blasco, de seis años. Él sí que era más optimista respecto a los tantos que su ídolo, Cazorla, estaba a punto de marcar. «Serán setenta», decía.

A falta de cuatro horas para que Arcediano Monescillo, el árbitro de la contienda de promoción, señalase el inicio del encuentro del Oviedo. Los aledaños del campo almeriense se tiñeron de azul. Mucha presencia de aficionados carbayones, pocos locales. «Hoy empieza el regreso. Si el Almería no nos marca pronto, esto está hecho, y más, tras la baja de Luis Suárez. Yo confío en la victoria del Oviedo, aunque no me quejaría en caso de empate», indicaba Fernando Fueyo, vestido hasta las cejas con merchandising azul. Gorro, gafas... Llevaba hasta la cara pintada de los colores de un equipo que lleva veinticinco años fuera de Primera División, y que en Almería tuvo su primera prueba para demostrar que merece juar la temporada que viene en la categoría de oro del fútbol español.

Poco a poco, la afición azul, a medida que iba agotándolas reservas en las neveras de los bares contiguos al campo, se fue desplazando hacia el estadio. Seguro que a alguno, debido al calor que hacía en Almería, le apeteció zambullirse en una de las fuentes anexas al campo antes de acceder al recinto. Estaban a punto de vivir un momento histórico, pero todavía podrían tener tres oportunidades más para ponerse nerviosos.

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