Oviedo se tiñe de azul y sus comercios empujan con todo para el ascenso a Primera: "Sería buenísimo para el negocio local"

"Ya tenemos turismo, pero vendría más y eso favorece a toda la hostelería y a los pequeños negocios", aseguran en una farmacia de al

Oviedo se tiñe de azul y sus comercios empujan con todo para el ascenso a Primera: "Sería buenísimo para el negocio local"

María Rendueles / Amor Domínguez

María Rendueles

María Rendueles

Oviedo

Oviedo ya está vestida de azul. Las fuentes, los balcones, las calles y los escaparates lucen estos días banderas, bufandas y camisetas del Real Oviedo, mientras la ciudad entera sueña con volver a Primera División. A falta de unos días para la gran final del ascenso ante el Mirandés, los negocios locales no solo muestran su apoyo, sino que contagian su emoción a vecinos y clientes. Desde farmacias a bares, zapaterías o estancos, todos se han unido a esta fiesta anticipada que ya late con fuerza en la capital.

Un tifo en el escaparate y bufandas por las paredes

En la cafetería Amboán, en el barrio de Pumarín, no solo la decoración es azul: también el ambiente. Desde hace doce años, la Peña Azul Herrero convierte el local en su sede los días que no acuden al Tartiere. «Nos prestan la cafetería para ver los partidos», cuenta Alberto Álvarez, presidente del colectivo, mientras repasa las bufandas y banderas que ya inundan el establecimiento.

En la Galería Musical Arévalo, el escaparate se ha transformado en un homenaje al equipo. Lo cubre de punta a punta un tifo decorativo con los colores del Real Oviedo. «Siempre que el Oviedo se juega algo importante, ponemos alguna cosa», dice Jesús Ángel Arévalo, el dueño, que recuerda con nostalgia el ascenso del 88: «Pintamos todas las carracas de azul y blanco. A las pocas horas de anunciarlo por la radio, decenas de personas venían a por la suya».

También en la céntrica calle Uría, la farmacia Nestares se ha sumado al fervor. Victoria Belu, de Bucarest, pero ovetense desde hace dos décadas, comparte la pasión con su compañera Tamara Méndez. «Subir a Primera sería buenísimo para todo Oviedo. Ya tenemos turismo, pero vendría más y eso favorece a toda la hostelería y a los pequeños negocios», asegura.

Victoria Belu y Tamara Méndez, en la farmacia Nestares.

Victoria Belu y Tamara Méndez, en la farmacia Nestares. / María Rendueles / LNE

Entre sueños, camisetas y recuerdos del 88

En la zapatería Mario, en la calle Palacio Valdés, su dueño Mario García ya tiene la entrada para el partido, gracias a su hija, abonada del club. «Subir sería un escaparate para toda Asturias», afirma, y recuerda cuando, viajando por Palencia, oyeron en la radio que solo conocían localidades con equipos en Primera. «Por eso el ascenso daría a conocer muchos rincones». También guarda en la memoria aquel 5 de junio del 88 cuando el Oviedo ascendió por última vez a la élite: «Llegué a casa pasadas las cinco de la mañana, y la gente seguía celebrando».

Sara Menéndez, en su tienda Astur Colchón

Sara Menéndez, en su tienda Astur Colchón / María Rendueles / LNE

En la tienda de descanso Astur Colchón, en la calle El Rosal, Sara Menéndez ha colocado una bandera azul a los pies de una cama. «Desde hace un mes el tema de conversación es el Oviedo, así que era lógico unir sueños y fútbol», comenta entre risas. «A veces los sueños se cumplen», añade.

Uno de los epicentros de la marea azul es la Bodega de Avelino, donde las paredes están forradas de bufandas carbayonas. El matrimonio formado por Eugenio Moro y Paquita González lidera la peña azul Tarambana, con 72 socios. «Llevo 15 días con la camiseta del Oviedo puesta y pienso mantenerla hasta el 31 de agosto», bromea Eugenio. Ya tienen organizada una espicha para el 29, pase lo que pase. «Vamos a ganar con el Tartiere convertido en una caldera», dice esperanzado. Reconoce que le dio un bajón al saber que Cazorla no jugaba el último partido, pero confía en que el sábado sí esté.

Oviedo late fuerte, late azul y con orgullo. Quedan pocos días para el partido decisivo, pero la ciudad ya se siente en Primera.

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