Es el día, la Primera División espera al Real Oviedo: así llega al equipo azul y este es el posible once de Paunovic

Los carbayones, con el recuperado Cazorla, buscan un triunfo que les devolvería a Primera 24 años después

El serbio recuperará el sistema habitual, con el Mago en la media punta y Fede Viñas opositando al puesto de delantero centro

Es el día, la Primera División espera al Real Oviedo

Es el día, la Primera División espera al Real Oviedo / LNE

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Oviedo

Nadie se atreve a decirlo muy alto, pero el de esta noche puede ser el partido más importante de la historia del Real Oviedo. Solo escuchar la frase ya da vértigo. Puede sonarles exagerado, por eso de que estamos hablando de un histórico, un clásico del fútbol nacional, uno que, resumiendo mucho las cosas, se codeó en los años 30 con los grandes, que vivió el resurgir más ambicioso a comienzos de los 60 y que en los 90 se instaló otra vez en el lujoso vecindario de la Primera División. Sería solo un ascenso más, puede argumentar alguien. Pero no. No se trata solo de eso.

De derrotar esta noche (21.00 horas, Carlos Tartiere) al Mirandés, el Real Oviedo habrá firmado el regreso a Primera y, de paso, habrá puesto fin a los años del barro, a los más grises y dolorosos de su historia. También a una forma de identidad nueva, pero explicar eso nos llevaría muchas más líneas. Los que hoy salten al césped tienen ante sí la oportunidad de poner el epílogo a la etapa más dura de la ya casi centenaria historia azul.

La responsabilidad es máxima. Así lo han venido subrayando desde el Mirandés (bien jugado por su parte) en cada intervención pública. Pero Paunovic se ha encargado de ponerle azúcar: la presión como algo positivo, como un acicate. No parece probable que ninguno de los que hoy salgan al campo lleguen nunca a disputar una final de Champions (solo Cazorla ha vivido experiencias de semejante calibre), así que lo de esta noche es el partido más importante y especial de sus carreras, la posibilidad de dejar su marca para siempre.

El 1-0 de la ida simplifica el mensaje para los azules. Hay que ganar. Solo así se logra billete al paraíso. No sucederá, parece, lo que se vio ante el Almería en las semifinales, esa versión timorata del Oviedo que no sabía si ir hacia adelante o retroceder y cuidar la renta. Quizás por eso, Paunovic recuperará su habitual sistema con cuatro atrás, dos pivotes, tres medias puntas y un ariete. El que ha usado de inicio en todas sus experiencias con excepción de Anduva. Tiene sentido en el actual contexto.

Cambios en el equipo

Santi Cazorla está recuperado y desde ahí todo encaja mejor. El Mago hará de guía. Apunta a novedad en el equipo desde la media punta. No será la única. Arriba, sangre fresca. Viñas y Alemão opositan a actuar de nueve, el lugar que ocupó Paraschiv en la ida. Parece que el uruguayo tiene más posibilidades de salir de inicio y hasta que el cuerpo aguante. Las limitaciones físicas de ambos, no obstante, sugieren que quizás Paunovic tenga que hacer uso de ambos a lo largo del choque. El Mirandés también será reconocible, con ese dibujo de tres centrales y el peligro evidente de los dos puntas, Panichelli e Izeta.

Pero la pelota está en el tejado del Oviedo, empujado por 30.000 almas. Oviedo (Asturias) busca héroes. Hoy muchos pueden hacer historia. Solo hay eso en juego...

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