Fonciello se rinde a su paisano: "Cazorla ye Dios"

Los vecinos, enfrascados en su comida anual, convirtieron el festejo en una oda al guaje que "jugaba al balón todo el día aquí, en este mismo prado"

Los vecinos y paisanos de Cazorla celebran doblemente en Fonciello, provistos de banderas y camisetas.  | L. P.

Los vecinos y paisanos de Cazorla celebran doblemente en Fonciello, provistos de banderas y camisetas. | L. P.

Luján Palacios

Luján Palacios

Fonciello (Llanera)

Cualquier otro domingo 22 de junio hubiera sido para la localidad llanerense de Fonciello un día de fiesta: el de la comida anual organizada por la asociación de vecinos. Pero la de ayer, además de ser eso, fue una jornada que les quedará, sin pretenderlo, para la historia. Porque sobre el mismo césped sobre el que extendieron mantel y empanadas jugaba al balón hace unos cuantos años uno de los héroes del ascenso a Primera del Real Oviedo: Santi Cazorla, un guaje de "todo sonrisas", que ayer hizo que la comida festiva de su pueblo resultara memorable.

Todos en la localidad lo conocen, y todos presumen de haber sido sus amigos y compañeros en algún momento, así que no quedó otra que dar una mano de azul a la comida, sacar las banderas y bufandas y celebrar doblemente: la fiesta del pueblo y la de un equipo que saborea la gloria.

"En esta foto sale con su hermano Fernando y el mi fíu Nacho", señalaba ayer Ana José de Celis, presidenta vecinal, rodeada de imágenes del Fonciello de antaño rescatadas para la juntanza. En otras, Santi Cazorla sale en brazos de su bisabuela y abuelos. "Lo conozco desde guajes, nos criamos juntos y somos de la misma edad, jugamos mucho al fútbol, puerta con puerta, hasta que marchó al Villareal. Seguimos manteniendo el contacto con el paso de los años, y he de decir que nunca cambió, es el que era", relata Nacho Álvarez, "cerrado del Oviedo" y uno de los que festejó de madrugada "hasta las cinco de la mañana".

Ana José de Celis muestra la foto  de Cazorla bebé.

Ana José de Celis muestra la foto de Cazorla bebé.

Juan José García y su hermana Lidia no ocultaban su orgullo de vecinos, "del pueblu, de verlo jugar por este mismo prau y por les caleyes" al pie de la casa familiar en la que sigue residiendo su madre Lolita y que ayer estaba cerrada a cal y canto. La celebración tocaba en la capital. "Lo vivimos con mucha intensidad, reconocían, a punto de irse a Oviedo a seguir el recorrido del equipo en autobús.

"Estaba todo el día jugando al balón delante de su casa, siempre fue muy majo y con esa sonrisa suya", rememoraba Blanca Martínez, echando cuentas de que "es de la edad de nuestros hijos" y recordando cómo "en cuanto tenían cuatro duros se iban todos juntos al McDonalds".

Carmen Llames, recién llegada de Oviedo y con las uñas pintadas de azul, lo tiene claro. "Cazorla ye Dios. Metió el gol ayer (por el sábado) y se cayó el campo abajo. Esa implicación que tiene él no la tiene nadie. Para mí hay tres pilares: Diego Cervero, Esteban y Santi Cazorla, que lo dieron todo siempre", relataba emocionada.

Si lo de ayer ya era una gran fiesta vecinal, no pudieron tener mejor postre.

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