La renovación de Calvo: primer paso del Oviedo de Primera

Toca celebrar, la ocasión lo merece. Vaya si lo merece. Pero por poco tiempo para los rectores azules, que desde ya deben configurar una plantilla con la misión de sobrevivir en Primera. Hay muchas incógnitas en torno al plantel del curso que viene, empezando por el mismo entrenador, pero sí algunas cosas ciertas: por ejemplo, Dani Calvo, uno de los capitanes, seguirá otro año en el Real Oviedo y comandará la defensa en la máxima categoría.

Es una consecuencia directa del ascenso, una prevista en el contrato de zaguero, que contaba con vinculación hasta el próximo 30 de junio con un matiz: la relación se renovaría otro año más en el caso de que el Oviedo ascendiera a Primera, como así ha sido.

A la alegría desbordante le seguirá un trabajo concienzudo en los despachos, aunque en realidad eso ya se lleva haciendo todo el curso, trabajando la dirección deportiva en dos escenarios: en caso de ascenso y en el de competir otro año en Segunda. Para felicidad de las partes, será en el supuesto más deseado, pero también provocará una honda reestructuración en el plantel.

Aarón bajo palos

La meta estará defendida por Aarón Escandell, que tiene contrato en vigor (2026), pero el club debe buscar otro portero en el mercado, ya que Quentin Braat acaba su relación con el Oviedo y no hay intención de prolongar el vínculo. Y está Narváez, portero con gran futuro como ha demostrado en el Vetusta. La intención es que siga en dinámica de primer equipo y que compita con el filial en Segunda Federación.

Tres centrales asegurados

En la defensa, hay bastante continuidad desde el punto de vista contractual. Luengo y Costas tienen contrato y Calvo se une a ellos con la renovación. Nacho Vidal (2027), Pomares (2026) y Rahim (2027) también están ligados al club. Habrá que ver si siguen todos, porque podrían darse salidas. Lucas acaba su vinculación y Lemos renovó tras la lesión, pero tendrá complicado contar en Primera.

Dudas en el medio

Se anuncian muchos movimientos en la medular, donde debe darse un salto de calidad. Sibo tiene contrato (2026), y ha demostrado con su crecimiento que es un futbolista interesante. Cardero también tiene hasta 2026. Colombatto está cedido por León, y el salto a Primera cumple sus expectativas. Decidirá el dueño. Como con Seoane, otro de los cedidos. De la Hoz tiene un año más pero con su escaso protagonismo habrá que ver qué sucede con él. Portillo acaba y se estudiará su situación. También están Del Moral, de vuelta tras su cesión al Córdoba, y Yayo, que se ha fogueado en el Lugo.

En los extremos, Hassan (2027) y Paulino (2026) tienen contrato. Chaira cuenta con una opción de compra que Jesús Martínez apuesta por ejecutar. Vuelve Borja Sánchez tras un año en Burgos con otra temporada de vinculación. Moyano acaba en junio y no hay acuerdo por renovarle. Saldrá.

Renovación en ataque

Otra zona donde habrá cambios profundos en la plantilla es en la vanguardia. Solo tiene contrato Paraschiv, 2027, para el que la Primera División parece un escenario demasiado exigente. Parece claro que saldrá. Alemão está en una situación similar a la de Colombatto, decide el máximo accionista. Puede ser un buen momento para que el grupo busque sacar tajada por su traspaso. Y está Fede Viñas, al que el ascenso le abre opciones de continuar, como reconoció recientemente su representante.

Cazorla, él decide

Y está la situación de Cazorla, la más especial. Decide él, como ha sucedido desde su vuelta. El ascenso parece una invitación clara a seguir un año más y saborear lo que significa jugar en Primera con el Real Oviedo, su equipo. Todos en el club esperan la luz verde del internacional para ampliar el vínculo. n

Suscríbete para seguir leyendo