Escandell confiesa el trascendental momento que vivió con el Oviedo: "Es la mejor parada de mi carrera: Nos dio vida"
"Pues te digo una cosa: según la toqué, en directo, dije "esta va para dentro". Iba dura, tensa, desde cerca… Pensaba que era imposible que no entrara"

Aarón Escandell, con su hija en brazos, durante la celebración del ascenso en la plaza de la Escandalera. | MARIO CANTELI

Portillo anotó el gol que liberó el Tartiere, pero anteriormente, una semana antes concretamente, Aarón Escandell (Carcaixent, Valencia, 1995) metió la manopla que le dio aire al Real Oviedo. Una postal, esa estirada instantánea para detener el misil de Izeta, que también forma parte del álbum de recuerdos del ascenso más gritado.
Ahora el meta ya piensa en Primera. Y hace un pequeño parón en su periodo de desconexión -no del todo- para atender a LA NUEVA ESPAÑA y repasar todo lo vivido con el ascenso.
¿De resaca todavía?
De la emocional, sí. Bastante… De la literal me costó, me costó (risas). Pero siempre te llegan recuerdos, miras la galería del móvil, te mandan mensajes… Es cumplir un sueño. Es inolvidable.
La primera imagen que te viene a la mente del ascenso.
Cuando pita el final el árbitro y viene gente encima de todos los lados. No sabía ni dónde estaba, si aquello era el Tartiere o la calle Uría. Toda esa gente loca, llorando de felicidad… Nunca se me va a olvidar. Me quedé ahí parado, diciendo "ostras, qué ha pasado". Como si no fuera consciente. Después ya me uní a mi familia y todos llorando.
¿Dudó cuándo marcó el Mirandés?
No, y te soy sincero, ¿eh? Pensé, "hostia, no va a volver a ocurrir. No nos marcan uno más". Y reaccionamos bien, fue como si cambiásemos el chip. Empezamos a soltarnos, a ser nosotros. Fluimos.
Y con el 3-1, ¿lo vio hecho?
Con la carrera que me pegué… (risas). Pues pensé "a mí dos goles no me los hacen ni de coña". Coincide que Porti y yo somos compañeros de habitación. Y él estaba convencido de que subíamos. "Sí o sí", decía. Y claro te lo dice un tío que allá donde ve asciende, así que te lo tomas en serio. No falló.
¿Fue su momento más feliz como futbolista?
Sí, sin duda. Ya había subido con el Granada, pero era más joven y no jugaba. Ahora, sintiéndote importante, con un nivel muy bueno, con ese vestuario que teníamos, defendiendo un club de esta magnitud… Fue el mejor momento y el mejor año de mi carrera. Nunca había encontrado tanta regularidad.
Vaya fiesta después.
Mira que me lo habían dicho, que si subíamos iba a ser una locura, pero no me esperaba tantísimo. Sobre todo de noche, cuando llegamos a la Plaza América y vemos esa cantidad de gente… Buf, se me pone la piel de gallina.
¿El MVP de la fiesta?
El jefe, Santi. Va el tío en el Tartiere, coge el micrófono y ¡vaya cómo canta! El MVP para Santi, pero ojo Cervero, un crack también, tan peligroso en el área como de noche.
Retrocedamos una semana. Esa mano a Izeta…
Me la recuerda mucha gente, sí. Pues te digo una cosa: según la toqué, en directo, dije "esta va para dentro". Iba dura, tensa, desde cerca… Pensaba que era imposible que no entrara. Y cuando vi que se había ido a córner no me lo podía creer. Se me acercó Reina (jugador del Mirandés) y me dijo "cuando la veas en la tele vas a flipar". Nos sirvió para seguir vivos. Con un 2-0 no sé cómo hubiéramos salido de allí…
Se dice rápido: Es una mano que vale un ascenso.
La mejor parada de mi vida. Por el momento, lo que significó, por la dificultad… Nos dio vida. Al día siguiente, en El Requexón, después de ver el vídeo, el míster nos dio una charla. Nos repitió aquello de que cada partido del play-off necesitaba un héroe. Que Nacho lo había sido en Almería y que Santi fue el de la vuelta. Y que en Anduva había sido yo con esa parada. "Nos falta el cuarto héroe", nos retó. No se equivocaba.
¿Qué parte del éxito le da a Paunovic?
Una muy importante. Ha sabido gestionar el vestuario. Supo levantar a futbolistas que estaban decaídos y que luego fueron muy importantes para nosotros. Nos dio confianza, porque es un tío que sabe cómo motivar, cómo mandar su mensaje. Si tiene que cagarse en ti, lo hace, sin faltarte al respeto, ¿eh?, pero consigue que reacciones. Te exige al máximo pero luego se desvive por el jugador. Nos decía: "cualquier cosa que necesitéis del club me decís, que yo hablo con ellos". En plan si queríamos cambiar algo de la comida o del material. Un profesional increíble, vive por cada entrenamiento y por cada partido.
En lo personal, ¿esperaba un año tan redondo?
No, tanto no. Siempre que llegas a un equipo lo haces con esperanzas, pero es que ha salido perfecto. Por rendimiento personal y por cómo le ha ido al equipo. El grupo ha estado muy fuerte. Cuando nos tocó jugar el play-off, por ejemplo, no hubo ni una mala cara, todos estábamos metidos en que quedaba un mes para lograr el objetivo. Llegamos al play-off con el cuchillo entre los dientes.
No parece sencillo llegar a suplir a un porterazo como Leo Román…
Al principio si noté esa comparación, no te voy a engañar. Me parece lógico, porque Leo había hecho una gran temporada, le querían mucho y hay comentarios, que no son malos, pero te comparan. Pero yo siempre he dicho lo mismo: No soy ni Leo ni Iker Casillas; soy Aarón y trato de hacerlo lo mejor posible.
¿Tuvo algún momento de dudas durante la temporada?
Empecé muy bien, las dos primeras jornadas fueron buenas a nivel individual, pero luego llegó el partido del Racing, que fallo en un gol y hay algo de runrún, y después El Molinón. Pero salimos todos juntos de aquella, supimos dar con la tecla. Aunque no tan regulares como queríamos, todavía me queda esa espinita de pensar que si no hubiera encajado tanto en la primera vuelta quizás hubiéramos subido directo.
¿Cómo vivieron el cambio de técnico?
Fue el mayor momento de dudas, por todo lo que implica un cambio así. Leías cosas por ahí y veías que decían que Paunovic era muy estricto, pero no lo fue en el sentido de lo que se decía. Él no se casa con nadie, pero luego se desvive por el futbolista. Él y su cuerpo técnico, claro.
¿En qué piensa ahora?
Que cuanto antes lleguemos a los 40 puntos, mejor.
La permanencia desde julio…
Disfrutaremos este año, estoy seguro, pero también nos tocará sufrir porque es un cambio de nivel grande. Vamos a competir cien por ciento, partido a partido. Salir a ganar siempre y mantener la ilusión, así es más fácil.
¿Algún estadio que le haga ilusión?
Los de la zona de Valencia, de mi casa, me viene genial. Y además ver el nuevo Camp Nou, el Bernabeu que también impresiona… Cualquier campo de Primera te pone los pelos de punta. Como el Tartiere, claro, será bonito jugar en Primera en nuestro campo.
¿Qué espera en lo personal?
Consolidarme en Primera. En Granada jugué algunos partidos pero sin continuidad. En Las Palmas no me dieron ni la mínima oportunidad. Tengo esas ganas de revancha con Primera División.
¿Sigue la actualidad de fichajes o desconecta?
No estoy encima, pero sí me llegan cosas. Que si Rondón, Maksimovic, incluso decían que venía James… Pero trato de desconectar, de estar con la familia, no estoy pendiente de qué portero ficha el Oviedo, la verdad. Lo que tengo que hacer a la vuelta es ser mejor todavía que el año pasado.
¿Y su futuro? Termina contrato en 2026.
Lo he dicho muchas veces: ojalá renueve, porque estoy a gusto, feliz, mi familia también lo está. Y me siento identificado con el Oviedo. El Grupo Pachuca está haciendo las cosas muy bien. Ojalá renueve, me encantaría. No me he sentido así en ningún lado.
Suscríbete para seguir leyendo
- Están echando a los empresarios de Asturias', clama Luis Fernández-Vega sobre al polémico impuesto de sucesiones
- Un profesor universitario lo tiene claro: hay que dejar de pagar las pensiones a los jubilados
- Un ovetense se gradúa en Derecho a los 76 años y es su hijo, vocal del Poder Judicial, quien le entrega la beca de licenciado: 'Papá, eres ejemplo de perseverancia
- Lo nunca visto en una tienda de Gijón: echa su currículum y pide que no la llamen para trabajar, 'solo para sellarlo
- Estos son los 35 candidatos a ser Pueblo Ejemplar de Asturias, un récord de aspirantes del Oriente al Occidente de la región
- Están vulnerando los derechos de mi hijo': el lamento en verano de una madre de un niño gran dependiente en Mieres
- Lío con 71 menores implicados en Salinas: realojan a alumnos de la escuela de surf sin licencia, que tenía los suministros cortados
- Giro en los acontecimientos: el Sporting descarta el fichaje de Juan Córdoba