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Los dos puntas se quedan: el Real Oviedo mejora sus números ofensivos con Carrión

El 4-4-2 con dos delanteros da solidez, más llegada y menos ocasiones en contra, aunque el gol sigue siendo la asignatura pendiente

Viñas remata un balón frente a Bretones, Rondón, Ruben García y Nacho Vidal

Viñas remata un balón frente a Bretones, Rondón, Ruben García y Nacho Vidal / Luisma Murias

Joaquín Alonso

Joaquín Alonso

Oviedo

Fue un acierto en Girona y lo volvió a ser el lunes en el Tartiere. El estilo Carrión empieza a calar en el Oviedo y se nota: los azules han pasado de no generar ocasiones a tener varias cada partido. En Montilivi se materializaron dos (más otro gol de penalti). Ante Osasuna en casa no se pudo lograr el gol, pero más por error de los atacantes que porque no hubiese oportunidad de sumarlos. Está claro: los dos puntas funcionan en este Oviedo de Primera División y Luis Carrión no piensa en otro sistema que no pase por utilizar a dos delanteros en sus dibujos para tratar de ganar partidos.

Rondón y Fede Viñas han sido titulares en los dos últimos duelos ligueros. En el desastre de la Copa del Rey ante el Ourense, fue Forés el que acompañó a Viñas en dicha demarcación, pero el Oviedo también utilizó el sistema de los dos delanteros en tierras gallegas. Ya son tres partidos seguidos en los que el técnico azul emplea dos arietes para tratar de rematar más balones dentro de la portería. Si se piensa, es lógico: el conjunto carbayón juega mucho más por las bandas que por el centro del campo. Tanto laterales como extremos buscan continuamente colgar balones al área, y si pretenden que los centros se transformen en goles, cuantos más hombres haya al remate, más probabilidades habrá de que la pelota entre.

Por otro lado, algo que es innegable es que los azules están concediendo muchas menos ocasiones en contra de lo que concedían hace apenas unas semanas, y todo viene a consecuencia de la mejoría ofensiva. A los equipos que juegan contra el Oviedo les cuesta mucho más llegar a la meta azul desde que Luis Carrión se hizo con las riendas del equipo hace apenas unas semanas. También es cierto que los tres rivales con los que se ha probado no son los mejores a los que se enfrentará el Oviedo: el Girona es colista y Osasuna posee tres puntos más que el conjunto carbayón. El Ourense de Copa es el último clasificado de Primera Federación. Está por ver todavía si funciona con equipos de mayor categoría, como el Athletic de Bilbao, próximo rival de los azules el domingo a las 14 horas en San Mamés.

En lo táctico, Carrión ha conseguido que el equipo sea más reconocible. El dibujo con dos delanteros, generalmente en un 4-4-2, permite presionar más alto y fijar a los centrales rivales, liberando espacio a los interiores para llegar desde segunda línea. Además, Rondón actúa como referencia para descargar balones y permitir que Viñas o los extremos ataquen los rechaces, una fórmula que da más continuidad a las jugadas ofensivas. Con este sistema, los laterales se incorporan con mayor frecuencia, especialmente Javi López por la izquierda, y el equipo gana metros con transiciones más rápidas. El Oviedo es más vertical, menos previsible y, aunque aún le falta gol, transmite sensación de mayor peligro.

Sin embargo, la escasez de gol es algo que todavía pesa mucho al Oviedo. Se genera más, pero no se está acertando. De hecho, de los siete goles que ha marcado el cuadro carbayón este curso, solo tres han sido de los delanteros: dos de Rondón y uno de Viñas (de penalti).

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