De una selección de notas de audio a través de whatsapp aparece la historia “Man up”, de la compañía “Teatro en vilo”, en el que se proponen el reto de desenmascarar el relato tradicional de la masculinidad y sus referentes a través de la ironía, la irreverencia y el humor absurdo. Es un experimento sociológico llevado al teatro con mucho humor, y también con mucha ternura”, explica Andrea Jiménez, directora de la obra junto a Noemí. Rodríguez.

“Es un encuentro de dos mujeres con cinco hombres, de distintas masculinidades y personalidades, para reflexionar sobre qué está pasando con los hombres”, comenta Jiménez, que también forma parte del reparto de esta obra que se representa este domingo a las 19.00 horas en el teatro Jovellanos.

Fernando Delgado-Hierro, Pablo Gallego Boutou, Alberto Jo Lee, Juan Paños y Baldo Ruiz son los autores de esta obra en la que, según su autora, “se invita a reflexionar sobre el perdón, la homofobia y la violencia, la paternidad o el amor”. Los audios recibidos sentaron las bases de un proyecto en el que buscaron las respuestas por medio de cinco hombres a esas preguntas. “Me sorprendió mucho la cantidad de audios exigiendo que los hombres pidieran perdón”, subraya Andrea Jiménez. “Se transmitió mucho esa sensacion de poner al hombre en ese lugar de ridículo”, añade antes de enfatizar en intentar eliminar esa crispación: “Es necesario trabajar desde un espíritu concilidad y no desde la confrontación”.

“Man up”, que busca cuestionar las suposiciones culturales sobre qué significa ser un hombre y un lugar desde el que imaginar nuevas maneras de serlo, llega a su fin desde la necesidad de combinar la parte del humor con la parte más reflexiva del teatro. “Muchas veces se asocia risa solo a distracción, pero yo lo veo todo lo contrario. Cuando se toca determinado punto de la comedia, y esa forma que está en el vértigo del actor, esa risa es algo que abre el cerebro e invita a la reflexión”, explica. “Siempre digo que el humor está para abrir los corzones, y los corazones para abrir la reflexión. No siempre tiene que llegar a esa deliberación desde un texto solemne”, destaca Andrea Jiménez. Este espectáculo, estrenado tres meses antes del inicio de la pandemia, aterriza ahora en Gijón. “Merece la pena por su originalidad”, comenta su directora.