El 25 de mayo es una fecha especial en El 25 de mayo es una fecha especial en Ribera de Arriba. Festivo en el concejo, es una jornada en la que desde hace más de 30 años se rinde tributo a los más veteranos, pues se conmemora el “Día de los Mayores”, festividad en la que el municipio realiza un homenaje público a los “Abuelos del año”, una mujer y un hombre locales con una larga y ejemplar trayectoria vital, así como al resto de habitantes mayores de 65 años, todos ellos esenciales para el concejo.

El Alcalde de Ribera le entrega a “Velino” el obsequio del día de los mayores a la puerta de su casa. Cedida a LNE

Aunque los datos de la pandemia son cada día más halagüeños y la situación parece que comienza a estar bajo control, en el Ayuntamiento de Ribera de Arriba no se fían y han preferido ser prudentes, por lo que el tradicional baile y merienda con música incluida que tenían lugar en esta jornada tan especial fueron suspendidos. Una pena, pues los homenajeados disfrutan sobremanera en este día, siendo para ellos no sólo un día festivo y especial, sino también uno de los pocos que les permiten socializar con el resto de vecinos.

En el Ayuntamiento esto lo tienen muy en cuenta, y por ello han fortalecido los servicios asistenciales no solo para las atenciones básicas en casos de necesidad, sino que de forma colateral refuerza la compañía ya que considera que es tan importante como las necesidades. Así lo señala Lali Vázquez, la Concejala de Servicios Sociales. Además, Tomás Fernández, actual regidor local en Ribera de Arriba y encargado de obras del Ayuntamiento durante muchos años, recuerda múltiples anécdotas al respecto, como cuando una vecina muy mayor y que vivía sola una vez le llamó fuera de horas por una avería de agua. Cuando este acudió, observó que no pasaba nada anormal y la señora al final le reconoció que lo único que buscaba era que alguien le visitase y le diese conversación porque se sentía muy sola.

Al hilo de lo anterior, como la pandemia aún acecha, por segundo año el Ayuntamiento decidió “tirar” de las empresas del municipio y buscar colaboraciones para poder celebrar este día de sus mayores, pues lo que tenían bien claro es que el coronavirus no iba a dejar a sus vecinos sin homenaje. Obtuvo respuesta en Mantequerías Arias, que facilitó productos lácteos a un precio inigualable para que el Ayuntamiento pudiera lograr su celebración. Una vez más, en Ribera de Arriba todos los agentes sociales sienten un territorio y una finalidad y la colaboración funciona a la perfección. Por ello, casa por casa, la corporación municipal entregó a cada mayor de 65 años un queso curado y medio queso azul, además de mascarillas y una bolsa de caramelos asturianos artesanos. Además, recibió en el Ayuntamiento a los “Abuelos del año” para hacerles protagonistas y felicitarles. En esta ocasión los homenajeados fueron Manuela Naves Álvarez y Aurelio Esteban Santos

Según dicen desde el Consistorio, “no es nada para lo mucho que se merecen, pero el Ayuntamiento, en la medida de sus posibilidades, consigue con esta fórmula que la fiesta llegue a todos sus protagonistas.

Manuela Naves Álvarez.

Nació en 1929 en Palomar. Sus padres fueron José Naves, natural de Bueño, y Aurelia Álvarez, de Palomar. De los nueve hijos del matrimonio, Manuela fue la séptima. Pudo ir a la escuela de Palomar hasta los 14 años, pero en casa eran muchos y había que arrimar el hombro ayudando. Eran tiempos difíciles con muchas necesidades y carencias

Mujer todoterreno, posteriormente se trasladó a Soto de Ribera, donde aprendió a cocinar y otras labores en casa de Bernardina en la calle La Rampla, donde se enseñaba a las jóvenes de la zona a coser.

En el baile de Soto de Ribera conoce a Francisco y, tras un año de noviazgo, se casaron. Era el año 1953 y su esposo, que falleció hace 23 años, trabajaba como guardagujas de Renfe. Un año más tarde se fue a vivir a las Segadas de Abajo, donde ya lleva cerca de 70 años. Madre de dos hijos, José Adolfo y María del Mar, tiene dos nietos – José Adolfo y Francisco Javier– y tres bisnietos – Alba, Naya y Valeria–.

Aurelio Esteban Santos.

Nació hace 88 años en la localidad zamorana de San Román de los Infantes. Fie el tercero de los ocho hijos que tuvieron Manuel Esteban y María José Santos. El pequeño Aurelio pudo ir a la escuela hasta los 14 años, y mientras estudiaba también ayudaba a su familia en las labores del campo, ya que en casa eran muchos.

A los 18 años entro como aprendiz en Iberdrola y tuvo que ir a trabajar a la Central que estaba en Hinojosa del Duero, en Salamanca, donde conoció a Mª de la Concepción. Se hicieron novios y se casaron en 1959. Por motivos de trabajo, el matrimonio residió en diferentes lugares como Zamora, Barcelona o Ponferrada, antes de instalarse en Asturias, En el año 1961 a Aurelio le surgió la oportunidad de quedarse a trabajar en la Central Térmica de Soto de Ribera, y no lo dudó. Allí estuvo hasta que se jubiló. Cuando llegaron a Ribera de Arriba vivieron en la Segadas hasta que se trasladaron a la Urbanización Villar Jardín de Soto de Rey, donde reside actualmente. La pareja tuvo cinco hijos: Aurelio, Mª Isabel, Ricardo, José Manuel, y Juan Ignacio, quienes les han dado diez nietos: Carla, Olaya, Darío, Lina, Ángela, Saúl, Ana, Guillermo, Marco, Sergio. También tienen un bisnieto, el pequeño Luca.