Casi once años hace que se formó la tertulia de Casa Jovi, que se reúne todos los domingos antes de comer en el local del mismo nombre, ubicado en el distrito langreano de La Felguera. Son seis sus miembros, encabezados por el escritor Javier García Cellino, Antonio Álvarez Alonso, Mariano Portugués, Vicente Turrado, Pedro García Fonseca y Miguel Ángel González García, a los que les une una gran amistad desde hace años. A ellos se une también la propietaria del bar, Jovi Valles, quien asegura que “nunca están de acuerdo en nada, y también dan bastantes voces, pero se habla de todo”. Durante la pandemia, la tertulia pasó al formato online, “pero nada que ver, no es lo mismo”.

“La tertulia surgió de forma espontánea”, dice Antonio Álvarez, peluquero de profesión, señalando que “hablamos de la actualidad y esas cosas, como el volcán de La Palma o de los aconteceres políticos”. También se trata el arte, la pintura, el cine y, por supuesto, el fútbol.

Cuenta García Cellino que “el incendiario es Mariano, que siempre abre el fuego con ‘bueno, estarás contentu con tu equipo…’ y de ahí pasa a Picasso, porque sabe mucho de arte, y tratamos otros asuntos”. Vicente Turrado es prejubilado de la minería, también activista social. “Hago un poco de todo”, comenta al hablar de su vida y en cuanto a la tertulia, “pues un día vemos un artículo en LA NUEVA ESPAÑA y lo empezamos a debatir, porque pensamos diferente; o empezamos hablando de política, no sé, de Bolsonaro y terminamos hablando de Neymar”. Y es que esta tertulia se dedica, sobre todo, a debatir. “No tenemos orden del día, pero van saliendo los temas, porque aunque a todos nos une una misma corriente política, uno está en CC OO, otro en la CNT otro no sé dónde… estando en la misma trinchera, discutimos mucho”, apunta Cellino. “Es como una terapia de shock”, dice Pedro García Cortina, jubilado de Duro Felguera, porque “acabamos discutiendo entre nosotros, pero marchamos para casa contentos”. Tras jubilarse, García Cortina, asegura dedicarse, “a mis asuntos, sobre todo al deporte y como cuidados de parte de la familia”. Sobre su entrada en la tertulia, jocosamente, hizo un símil señalando que “fue como cuando vas a jugar al fútbol y te dejan en el porche, pero como al final son impares te acaban llamando, así me agregaron a esta tertulia porque soy muy tímido”. Pero sus compañeros negaban a la mayor, “es un miembro muy importante de esta tertulia”. Por su parte, Miguel Ángel González, que trabaja por cuenta ajena, asegura ser “libertario y anarquista, estoy metido en todos los follones y dando la cara en la empresa, también soy entendido de cine, aunque a nivel usuario”. Y es que el cine también ocupa una parte importante de la tertulia, ya que todos son grandes aficionados. “Siempre estamos, ‘viste la película que estrenaron el viernes, y qué te pareció”, comenta García Cellino.

La cultura, en todas sus variantes, es también uno de los temas que más salen en la tertulia. “Todos tenemos un poco de artistas”; apuntan. Incluso, como destaca Turrado, de la tertulia han salido “ideas y otras cosas que hemos podido aplicar en nuestra vida personal”.

Ausencia

Y tras once años de tertulia, el grupo está más que asentado. De hecho, ayer lamentaban la ausencia de Mariano Portugués, que se encontraba en León por cuestiones laborales, “y nos pasa siempre igual cuando falta alguien el domingo, ya estamos preocupados, porque no concebimos un domingo sin estar aquí”. ¿Y por qué el domingo? “Porque es el único día hábil que tenemos nosotros”, apunta García Cellino, señalando que la tertulia comienza “entre la una o una y media de la tarde, y la alargamos hasta las tres”. Y siempre en la misma mesa.

La elección del bar, que da nombre a la tertulia, también está relacionada con la amista y viene desde hace más de cuarenta años. “Jovi abrió Pinos, uno de los locales más míticos del barrio de La Pomar, en 1981, unos días antes del golpe de Estado, justo ese día fuimos al bar, nos conocimos y empezó una amistad que mantenemos hasta ahora, así que también la hemos seguido en todas sus aventuras empresariales”. Eso sí, el nombre, Casa Jovi, “ya no se toca, esta es nuestra tertulia”.