Clase fluvial en Ribera de Arriba

Los alumnos del colegio del municipio repueblan con 30.000 alevines de trucha el río Nalón a la altura de Vegalencia

Un alumno suelta alevines de trucha en el río ante la mirada del Alcalde, en primer término, y escolares del colegio ubicado en Soto de Ribera. | Fernando Rodríguez

Un alumno suelta alevines de trucha en el río ante la mirada del Alcalde, en primer término, y escolares del colegio ubicado en Soto de Ribera. | Fernando Rodríguez

Vegalencia (Ribera de Arriba)

El colegio Pablo Iglesias de Soto de Ribera trasladó ayer la clase al exterior, a las inmediaciones del río Nalón. En Vegalencia, los 65 alumnos del centro y sus profesores soltaron 30.000 alevines de trucha y asistieron a una charla impartida por Daniel González-Nuevo, biólogo del Servicio de Vida Silvestre de la Consejería de Medio Rural y Política Agraria. Enseñó a los alumnos cómo distinguir a una trucha y un salmón. "Una de las principales diferencias entre ellos es la boca. La de la trucha es más grande", apuntó.

Uno a uno los alumnos del colegio ubicado en Soto de Ribera se aproximaron al río y con una pequeña red sacaron los alevines de trucha del caldero y los echaron al cauce. La asociación de pescadores "El Maravayu" había trasladado los peces desde el centro de alevinaje de Molín Peón, en la localidad allerana de El Pino. Con la actividad organizada ayer concluyen su campaña de repoblación, en la que han soltado 550.000 alevines en los ríos de la cuenca del Aller, aseguró Sabino Monje, presidente del colectivo.

Los alevines de trucha, de tres meses y medio de vida, medían entre tres y cuatro centímetros. "Las repoblaciones sirven mucho", indicó Monje. Esta "es una actividad muy guapa para los niños en la que colaboramos con el colegio", aseguró el alcalde de Ribera de Arriba, Tomás Fernández, que acudió junto a la concejala Lali Vázquez.

En el primer grupo que soltó los alevines de trucha al río estaban Tatiana Libana, Alba Dos Anjos y Jenifer Palacio, de 6.º de Primaria, que destacaron que la actividad de repoblación les había gustado "mucho". Después llegaron más compañeros que realizaron varias preguntas como lo que comerían los peces en el río y cuanto crecerían. "Antes por aquí el río bajaba negro por al recibir residuos de la actividad minera aguas arriba, ahora está limpio", les comentaba uno de los integrantes de la asociación de pescadores "El Maravayu".

Poco a poco se acercaron a las dos zonas elegidas todos los escolares para participar en la repoblación. La lluvia que había caído cuando los alumnos llegaron al río fue cesando y todos los alevines transportados fueron soltados poco a poco en el Nalón.

Hasta la zona se acercó el director general de Planificación Agraria, Marcos Da Rocha, que hizo hincapié en la importancia de "desarrollar acciones de concienciación a los niños". La Consejería, aseguró, "colabora con las asociaciones de pescadores para repoblar los ríos y mejorar la situación del ecosistema fluvial".

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