Opinión | Crítica / Música

El fado resiste al inmisericorde frío en Bueño

Una intensa velada musical y poética marcada por la baja temperatura

El fado resiste al inmisericorde frío

El fado resiste al inmisericorde frío

Ficha del concierto

  • XI Noche de poesía y fado
  • Sonia Santos, voz; João Chora, voz y viola de fado y João Vaz, guitarra portuguesa;
  • Marisa Diz, poesía y Luis Suárez, guitarra acompañante
  • Sábado 14, 20.00 horas, Central Artística de Bueño

La velada se presentaba, como siempre, animada y feliz con un programa prometedor de emoción ante el arte de la música portuguesa y de los versos y con el acompañamiento de un fondo musical de guitarra. Y así estaban los ánimos y el ambiente que comenzaba oscurecerse con un crepúsculo precioso en los contornos levemente montañosos de Bueño, con la Luna casi llena en el horizonte. Precioso anochecer. Pero apenas los dos Joãos comenzaron con los primeros sones del "Fado pequenino" y otro también de ambiente ribatejano, el termómetro debió empezar a perder altura porque una muy desagradable sensación de frío nos sorprendió en un crescendo de frialdad que comenzaba a hacerse muy poco soportable, inquietante al principio e inmisericorde en la medida que pasaba un tiempo que se hacía del todo desagradable.

Les siguieron unos poemas de Marisa Briz, acompañados de fondo, muy bien, por la guitarra de Luis Suárez, de versos sugerentes, claros, sensibles y a veces rotundos, que podían conmover y llegar al sentimiento de fondo sobre el amor, los celos o las cosas de la casa. Luego actuó Sonia Santos con su rotunda voz y su estilizada figura interpretando varios fados castizos y otros fados-canción muy conocidos con temas de amor, celos o los rincones de Lisboa. En fin, una actuación conmovedora incluso aunque casi tiritaras de frío; pienso que su interpretación sirvió de mucho ánimo a perseverar en continuar en el recital de la mitad de la audiencia que restaba todavía en el auditorio, y alguno de sus interpretaciones las calificaría de antológicas, como la del fado "Pechinha", que bien pudo servir para redimir el sufrimiento del inclemente frío.

En fin, esperemos que el año próximo en el que pueda ser la XII Edición, la climatología nos trate mucho mejor, pues el fado y la poesía suelen ser casi siempre benignas y muchas veces hasta para entusiasmar.

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