Bueño acoge con ilusión la playa fluvial, pero la cree inútil contra las inundaciones

La creación de una playa fluvial en el Nalón a su paso por Bueño supondría un gran reclamo turístico, pero no terminaría de solucionar los históricos problemas de inundaciones de la localidad. Vecinos y hosteleros del pueblo riberense acogen con ilusión los planes de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) de habilitar una zona de baños en el río, al mismo tiempo que ve con total escepticismo que la misma sirva para acabar con las riadas que con cierta frecuencia anegan varias casas. Varios riberenses consultados por LA NUEVA ESPAÑA coinciden en ver la playa fluvial como un acierto para impulsar el turismo, mientras que otros tildan el proyecto de "improvisación" para "tapar un problema que acumula muchos años sin solución".

Entre los más positivos se encuentra David de Miguel, residente en Bueño, quien ve con buenos ojos el simple hecho de que Confederación estudie realizar una fuerte inversión que el Alcalde, el socialista Tomás Fernández, cifró en entre nueve y diez millones de euros. "Todo lo que sea protección para el pueblo es bueno y más si al mismo tiempo habilitas una zona para bañarse y atraer turistas", explica De Miguel, dejando para los entendidos la valoración técnica de la propuesta.

La propuesta también fue recibida con los brazos abiertos por parte el sector hostelero local. "Acogemos con mucha ilusión la idea de tener una playa a cinco minutos de Oviedo", explica Edén Jiménez, del restaurante El Balcón  de Bueño, mostrándose optimista sobre la llegada a buen puerto de la propuesta. "En Bueño, como siempre, la gente sabe sacar de un defecto algo bueno y muy acertado", añade el empresario.

El presidente de la Asociación Cultural de Bueño, Belarmino Fernández del Valle, no duda en calificar como de "estupendo" el plan de habilitar una playa fluvial en el Nalón a su paso por Ribera de Arriba. Sin embargo, admite su escepticismo respecto a la pertinencia de presentar esta propuesta como la solución a los graves riesgos de inundación en el pueblo. "Dudo que sirva de algo para proteger el río. Si no se hacen dragados ni limpiezas en el río, seguiremos muy expuestos a sufrir alguna desgracia", sostiene el también vecino de la localidad riberense.

Fernández del Valle aún recuerda con angustia cómo vivió desde su faceta de veterano trabajador de la central térmica de Soto de Ribera las inundaciones que asolaron el municipio en 2010. "Tuvimos la suerte de que las compuertas de la central aguantaron", rememora, apuntando la necesidad de que Confederación acometa mejoras "en la parte alta del río". "Me consta que el Ayuntamiento está haciendo un trabajo incansable para conseguirlo, pero pasan los años y Confederación sigue sin hacer nada", se lamenta.

Por su parte, el ingeniero agrónomo local Víctor Tresguerres se muestra especialmente crítico. Considera que Confederación solo busca seguir sin poner solución a la gran amenaza para Bueño. "Ya van 14 años desde las grandes riadas de 2010 y no hicieron más que anunciar ahora el encargo de un proyecto para salir del paso y con previsión de hacer un despilfarro", sostiene Tresguerres, que también considera que la propuesta lanzada pasa de puntillas por los verdaderos problemas del río. "No se abordan los principales problemas del río, que se solucionarían con una escollera o aumentando el cauce", señala.

El ingeniero va más allá y sospecha que la idea de hacer una playa fluvial busca "vender" unas medidas "inútiles" a su modo de entender. "Ofrecer una playa ahora es un proyecto político sin pies ni cabeza que parece un cachondeo y una tomadura de pelo. No van a la raíz de unos problemas que durante más de cincuenta años no existían", argumenta el ingeniero.