Opinión

Bueño (Ribera de Arriba)

El Vesu llena de música indie Bueño: así fue la primera noche del festival con la actuación de los británicos "Porridge Radio"

La banda de Dana Margolin firmó un concierto sincero y rotundo en el estreno del certamen que se celebra entre Ribera de Arriba y Oviedo

Dana Margolin, sobre el escenario del Vesu, en Ribera de Arriba. | IRMA COLLÍN

Dana Margolin, sobre el escenario del Vesu, en Ribera de Arriba. | IRMA COLLÍN

La ruralidad que las pacas de hierba sembraban entre el público del Vesu en anteriores ediciones son, ahora que el escenario principal está empozado en Bueño, escondido entre hórreos y paneras, una redundancia pacífica que esa condición familiar, de cuadrilla, que ha tenido desde sus orígenes este festival dedicado al indie en un sentido amplio. Fue quizá ese contexto el que incrementó, si cabe, la singularidad del concierto de los británicos "Porridge Radio". La banda de Dana Margolin, por contarlo corto, se conviritió en estos últimos cinco años en una de las grandes promesas de la nueva música contemporánea inglesa y con la misma rapidez dejó de serlo al anunciar hace pocos meses que su último trabajo, el muy notable "Clouds in the sky they will always be there for me", al que siguió un EP "The Machine starts to sing", sería el último.

Sin dramas, muy en serio, los muchachos dijeron que el proyecto había llegado a su fin y que estos serían los últimos conciertos. Así que ver a "Porridge Radio" en Bueño el viernes por la noche era tener la oportunidad de verlos en una de sus últimas actuaciones, y que fuera allí, pequeño aforo, todos conocidos, estamos en casa, una oportunidad única.

La respuesta de Margolin y los suyos fue un concierto con muy buen sonido, serio y esforzado, entregados a hacer lo suyo y sin grandes concesiones al público. Si esta es la gira de despedida, ellos no se comportan, desde luego, como si estuvieran a punto de subirse al Mayflower. Al revés.

En la fase del semillero

La parte buena, y no es que la otra sea mala, es que "Porridge Radio" se mueven en un equilibrio que, al menos en el directo, no se encuentra con tanta frecuencia entre estos grupos que todavía están en la fase del semillero. Tienen el poder y tiene la gloria. Tienen una cabeza que compone canciones emocionantes y las canta como si le fuera la vida en ello, que es Dana Margolin. Tiene una escudera en los coros y en el salpimentado de los arreglos, Georgie Stott manejándose en los sintes de forma eficaz para que las composiciones vayan creciendo y dibujándose singulares. Y tienen, y quizá esto sea lo más singular en la escena alternativa, una base rítmica que funciona como precisión neumática y quirúrgica, eficaces para controlar las fortísimas dinámicas en las que se mueve su música, ser sutiles y correctos en los momentos de mínimos y apisonadores con toda la brutalidad necesaria en los estallidos de rabia que van apuntalando las canciones de Margolin.

Canciones como "Sweet", una de las últimas en sonar, confirmaron la eficacia de la formación en directo, y otras muy celebradas, como "7 Seconds", justo antes, parecieron sacar al público de esa modorra existencial a la que conducen los ritmos hipnóticos y las letras algo depresivas -puro hastío existencial postmoderno- de la banda. Sam Yardley, a la batería, podría estar manejándose en cualquier club de jazz de Londres, tiene todo lo que hace falta para estar ahí arriba. Pero el caso de Dan Hutchins, al bajo, merece mención aparte. Sonido gordo y definido, puro hormigón armado, logró aportar, con una eficaz práctica de mínimos, la parte del león del concierto, atacando el bajo como un Miguel Ángel sustrayendo lo superficial al mármol y dejándolo en el esqueleto esencial.

Al frente de todos ellos, a veces enigmática, empatía justa, Dana Margolin fue una capitana con voz y maneras tabernaria, cruzándose el escenario a grandes zancadas, como una niña grande, cansada de su juguete pero todavía emocionada en sacarlo a bailar. Su afán y su sinceridad desde "Sick of the blues" hasta "Anybody" o "Back to radio", bien se merecen, si sea, una pequeña inscripción en un pegoyo de una panera que de fe de que aquí, en Bueño, estuvieron "Porridge Radio" en su gira de despedida. Gracias.

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