La simbólica renta anual que permitió a Salas construir el icónico parque Carmen Zuleta

El terreno era antiguamente una finca de regadío anexa, antes de la construcción de la carretera, al palacio de Casares

La entrada principal al parque Carmen Zuleta.

La entrada principal al parque Carmen Zuleta. / T. Cascudo

Salas

‘Dino’, el gran dinosaurio verde de brazos cruzados que durante años fue el símbolo de la fábrica salense de Danone, se instalará en cuestión de días en el parque municipal Carmen Zuleta. Detrás de este espacio, ubicado en pleno corazón de la villa de Salas, hay más de setenta años de historia. No en vano, en torno a 1950, fue cedido el terreno al Ayuntamiento por la simbólica renta anual de una peseta.

Según recoge el libro "El conjunto histórico de la villa de Salas", publicado en 2007 y firmado por Alberto Fernández Suárez, el terreno que hoy se conoce como parque fue anteriormente una finca de regadío ligada al palacio de Casares. En 1862, con motivo de la construcción de la carretera que cruza la villa, la condesa de Casares, doña Carmen Zuleta, decide ceder ese terreno al Ayuntamiento con la petición de que se destine a parque público. La condesa impone además una renta anual de una peseta.

Vista del parque.

Vista del parque. / T. Cascudo

En el citado libro hay algunos datos sobre este parque, que sigue el estilo de "jardín francés" y cuenta con una planta casi rectangular. Está cerrado por diferentes muros y en su entrada principal cuenta con una portada monumental que lleva la inscripción de "Parque municipal Carmen Zuleta", además del escudo del concejo.

Esta entrada cuenta con una escalinata de acceso al parque dividido en varios espacios. Cuenta con equipamiento variado, desde un parque biosaludable para mayores a un rincón infantil que próximamente será ampliado.

Vista general del parque con la zona infantil en primer término.

Vista general del parque con la zona infantil en primer término. / T. Cascudo

Al otro lado del parque se levanta el palacio de Casares, que está datado entre finales del siglo XVII y principios del XVIII y reformado en 1883. Su estilo es "barroco con reformas decimonónicas" y es un "edificio de planta cuadrada, organizado en torno a un patio". Antiguamente su fachada estaba orientada hacia el camino real, que venía de Mallecín, pero con la apertura de la carretera se reformó para asomarse a esta vía central de la coqueta villa de Salas.

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