La advertencia de una terapeuta en Salas sobre el suelo pélvico: “No es normal perder orina, ni siquiera con 70 años”

Más de treinta mujeres participaron en Salas en un taller teórico práctico sobre suelo pélvico organizado dentro de la programación de las décimas Jornadas de la Salud. La actividad dirigida por la terapeuta Elisabet Díez buscaba concienciar sobre la importancia de cuidar el suelo pélvico “un gran olvidado de la salud”, asegura, además de ofrecer herramientas para prevenir y tratar problemas.

“La mayoría solo empieza a prestar atención al suelo pélvico cuando aparece un diagnóstico: pérdidas de orina, incontinencia, o incluso prolapsos. Pero se puede prevenir y también recuperar, porque es un conjunto de músculos, tejidos y ligamentos que se pueden trabajar”, explicó la experta en suelo pélvico encargada de la formación, que también es instructura de yoga y pilates.

Durante la sesión, se ofreció una introducción teórica sobre la anatomía y funciones del suelo pélvico, y se abordaron temas clave como la higiene postural, la respiración, la relación con el abdomen y el diafragma, y, sobre todo, los hábitos cotidianos que deterioran esta zona del cuerpo. “Algo tan común como aguantar la orina puede tener consecuencias. No deberíamos normalizar que nadie, ni siquiera con 70 años, pierda una gota de orina. Ese ya es un síntoma de alarma”, subrayó.

Elisabet Díez también insiste en la importancia de incorporar ejercicios que ayuden a cuidar del suelo pélvico. “No se trata solo de fortalecerlo, también hay que aprender a relajar. Hay mucho estrés acumulado que se traduce en exceso de tensión”, explicó.

El éxito de la jornada ha hecho que se plantee darle continuidad con encuentros mensuales con las participantes hasta junio, donde ahondarán en las sesiones prácticas y en indicaciones para realizar ejercicios en casa, porque considera que “con cuatro sesiones más y un trabajo en casa podrán notar una mejora considerable”.

Aunque en Salas la asistencia fue íntegramente femenina, en otros concejos como en Grado, donde Díez tiene su centro de trabajo, nota que cada vez más hombres se interesan por este tema y por acudir a las formaciones. “En mi última charla allí, 12 de los 40 asistentes eran hombres. Ellos también tienen suelo pélvico, aunque culturalmente les cuesta más hablar del tema. A menudo no lo atienden hasta que tienen problemas de próstata o incontinencia, pero los síntomas empiezan antes”, alertó.