Una ganadería de La Espina tiene los mejores sementales del concejo: "Tener buenos toros es la base fundamental de la ganadería"

Los mejores ejemplares de la raza asturiana de los valles en el concejo de Salas se pudieron ver este lunes y martes en el recinto ferial naves de la Recta, a la entrada de la capital, donde se congregaron un centenar de animales procedentes de una quincena de ganaderías locales con motivo de la 53 edición del concurso y exposición de ganado vacuno de la raza en Salas. Terneras, novillas, vacas y toros de aptitud normal y culón, pasaron por las diferentes rondas clasificatorias a lo largo de la tarde del lunes y la mañana de ayer, hasta llegar a la elección de los grandes campeones del certamen.

La ganadería Casa Manolo de La Espina puede presumir de tener dos sementales campeones, cada uno de una aptitud, algo que enorgullece al ganadero Adrián García "porque tener buenos toros es la base fundamental de la ganadería".

El primero en recibir el premio fue "Pantero", de aptitud normal, que con 10 años y unos 900 kilos convenció al juez: "Es un gran toro, con mucho tamaño y buena capa". Su dueño destaca de él su nobleza y que cuenta "con buenas patas, buen color y es de gran tamaño, pero proporcionado", describe García.

Su otro toro, "Soñador", se proclamó gran campeón de aptitud culón. De nuevo, volvía a salir a pista un toro de gran tamaño, que supera los 1.000 kilos a sus ocho años y que ya fue campeón el pasado año. "Es un buen toro, grande, que es lo que se busca, toros de envergadura para que den buenas crías, vacas con tamaño", detalla el ganadero.

"Campeona", de ganadería Jesús Menéndez Dacosta, de El Barrio (Mallecina), hizo honor a su nombre y se convirtió en la gran campeona de tipo culón del concurso, después de haberse proclamado campeona de sección y gran campeona de vaca intermedia. Su propietario destaca de ella que "tiene un desarrollo morfológico muy bueno, con unas características raciales perfectas tanto de color como de cabeza".

Su nombre fue elegido pensando en su potencial y no se equivocaron, desde que se presentó con unos meses por primera vez en el concurso de Salas fue proclamándose campeona. Algo que le viene en la genética ya que es hija de padres ganadores de concurso. De hecho, Jesús Menéndez recuerda que la compró en el concurso de Belmonte con tres meses a la ganadería Ricardo de Las Regueras. "Desde un principio ya se le veía que era buena", destaca, y reconoce que obtener estos premios a las ganaderías les da prestigio y las posiciona para la venta de animales de vida.

En aptitud normal fue elegida gran campeona "Romera", de la ganadería Fernández García, de Salas, que a sus dos años era la más joven de las finalistas. "Es un animal muy correcto para la aptitud normal y para su edad tiene un desarrollo bastante importante", subraya Fernando Fernández, para quien las vacas son su afición, ya que tiene un negocio de asesoramiento energético. Subraya que lo que más le enorgullece del premio es que es una vaca nacida en la ganadería, igual que sus padres y abuelas. "Representa el trabajo de años", subraya.

Con mucha afición por las vacas se pudieron ver en el concurso a algunos niños, como Iker López, de 9 años, que se afanaba por preparar los siete animales que presentaron a concurso de la ganadería de 90 cabezas de la que es titular su madre Raquel Menéndez, en Gallinero. “Vamos a varios concursos porque Iker lo vive y más este, que al ser local le dejan salir a pista con algún animal”, subraya la ganadera, que reconoce que llevarse algún premio también repercute en la ganadería a la hora de posicionarse.