El primer rastrillo a beneficio de la capilla de San Roque resultó un éxito y reunió más de 2.000 euros

2.846,28 euros. Es la recaudación lograda por la parroquia de Salas en el rastrillo benéfico celebrado durante la pasada edición de la Feria del Queso. El objetivo era lograr fondos para reparar la puerta de la capilla de San Roque, en pleno centro de la villa salense. "Salió bien, pero fue un día de locura, de muchísima gente", resume el párroco, Alejandro Sanzo. Además, anuncia que habrá una segunda jornada de venta con motivo de la Feria del Libro que se celebra este fin de semana.

El rastrillo benéfico fue posible gracias a la colaboración de los vecinos que primero donaron infinidad de objetos, desde cuadros a juguetes, para poner a la venta. En total, se recopilaron unos trescientos artículos, que se vendían a diez euros. Los vecinos volvieron a responder bien volcándose con la compra de los objetos que durante la Feria del Queso colapsaron el pórtico de la colegiata. "Casi no se podía entrar", bromea el párroco.

"La gente se volcó, vino con ganas de comprar. A fin de cuentas lo importante era ayudar", señala, agradecido por la implicación vecinal. Anuncia que volverán a estar presentes en la feria de este fin de semana, priorizando la venta de libros para acompañar la propuesta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del colegio Chamberí.

La cuantía recaudada se destinará a sustituir la puerta de entrada a la capilla de San Roque, que está visiblemente deteriorada. Cuenta Sanzo que, de momento, no tienen presupuesto, pero por las primeras estimaciones podrían estar cerca del importe necesario para llevar a cabo la reposición de la puerta.

"Nuestra idea es hacer una puerta igual para que no desentone, incluso se colocarán las mismas rejillas que sirven para mirar el interior", apunta Sanzo, que a partir de ahora recabará los permisos pertinentes para realizar la mejora.

La capilla, que antaño pertenecía al antiguo hospital de peregrinos del Camino de Santiago, data del siglo XVII y cuenta con una nave única y planta rectangular, a la que se suma una bóveda de medio cañón. En la actualidad se usa con motivo de la misa de San Roque y también en Navidad, cuando acoge una exposición de nacimientos.