La ovetense Margarita Salas sabe de primera mano la importancia que tiene la donación de sangre y sus componentes para un buen servicio sanitario. Esta enfermera del HUCA de 58 años encontró en la donación una manera "cómoda" de colaborar con la comunidad hace más de dos décadas y desde entonces acumula 61 donaciones, en su mayoría mediante aféresis para aportar plaquetas para los pacientes asturianos.

Las necesidades de sangre apreciadas desde su puesto de trabajo en el área de oncología infantil, donde desempeñó su profesión durante 24 años, la concienciaron de la necesidad de colaborar con los bancos de sangre. "Veía a la necesidad de hacer algo por los demás, pero el cansancio propio de mi labor como enfermera me impedía sacar fuerzas para labores de voluntariado", señala para justificar su entrega en el campo de las donaciones.

A diferencia de otros donantes, Salas tienen la ventaja de estar perfectamente acostumbrada a las agujas. "Los pinchazos a mí no me dan miedo y eso creo que es importante para animarte a donar", comenta la enfermera, que actualmente trabaja en la planta de infecciosos y lactantes del área de Pediatría del hospital y prácticamente a diario convive con situaciones que le animan a seguir colaborando. "Las plaquetas aguantan sólo cinco días y por ello es necesario que la gente done de continuo", defiende.

A la enfermera le sorprende especialmente la escasez de mujeres donantes mediante aféresis. "No sé exactamente cuál es el motivo, pero siempre que voy a donar soy la única mujer", comenta la mujer, que regularmente acude al Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias de la calle Emilio Rodríguez Vigil de Oviedo para donar.

Salas lamenta igualmente la escasa implicación de los jóvenes en cuanto a la donación de sangre. "Me resulta llamativo que tengan que recurrir a regalos y obsequios para que donen y no lo hagan de manera totalmente altruista", comenta la enfermera, consciente de las quejas del personal sanitario encargado de recoger las donaciones sobre la escasa incidencias de las campañas de recogida en los centros universitarios.

La ovetense considera que existen numerosas razones para cargarse de fuerza y dar una pequeña parte de nuestra sangre en beneficio de los demás. "Colaboras con la sociedad, mejoras la atención sanitaria sin apenas precisar esfuerzo ni pérdida de tiempo", destaca Margarita Salas tras visitar la unidad móvil del Centro de Sangre y Tejidos en la Facultad de Economía del campus universitario del Cristo.