En ocasiones tenemos que recurrir al empleo de medicaciones en forma de colirio o pomadas para los ojos y nos pueden surgir algunas dudas de su manejo. Recordemos lo que consideramos las 10 reglas básicas para empleo de colirios o pomadas oculares:

1. El empleo de cualquier tipo de colirio que contenga medicación, debe ser siempre bajo la prescripción de nuestro médico. No compre colirios si no tiene prescripción de su médico. La automedicación puede ser muy perjudicial. En ocasiones el tratamiento con algunos medicamentos puede no solo no hacernos ningún efecto, sino que puede agravar la enfermedad, como ocurre cuando instilamos medicamentos que calmen el dolor sin eliminar el origen de dicho dolor: conseguiremos una satisfacción pasajera, pero a corto plazo los síntomas empeorarán y agravarán la enfermedad y sus consecuencias.

2. Para poner las gotas, traccione levemente del párpado inferior y coloque la gota dentro del mismo. No es necesario que caiga directamente sobre la córnea, pues el reflejo defensivo del parpadeo puede expulsarla. Es mucho más sencillo y eficaz depositar la gota en lo que denominamos el fondo de saco palpebral de donde posterior mente se distribuirá, que no intentar hacerla caer directamente en el centro del ojo.

3. Si precisa poner más de una gota, espere un tiempo de 5 minutos entre ellas, para evitar que la segunda haga un efecto lavado sobre la primera. Cuando colocamos varias gotas de forma seguida, la última elimina el efecto de la anterior por un mecanismo de barrido, por lo cual debemos dejar un tiempo entre ellas para facilitar su absorción y por lo tanto su efecto.

4. Mantenga los envases a temperatura ambiente o refrigerados si así se lo han recomendado, nunca en sitios de excesivo calor y evite el contacto de la punta del colirio con los dedos o con los párpados para evitar contaminación. El calor, más en la zona mediterránea puede inactivar y favorecer la contaminación de los medicamentos, así como el contacto de la punta de los colirios con los párpados o los dedos, por lo cual debemos ser muy meticulosos en su manipulación.

5. No comparta medicamentos con nadie, incluso de su misma familia, puede promover el contagio. Los medicamentes deben ser de uso individual y tras el mismo eliminarse, no dejándolos acumulados en cajones u otros sitios, pues posteriormente su empleo solo puede traernos complicaciones.

6. No cambie las medicaciones del frasco en el que vienen de la farmacia. Esa práctica puede entrañar serios riesgos por emplearse inadvertidamente posteriormente por otras personas confundiéndolos si desconocemos lo que los envases contienen.

7. Si precisa instilar un colirio y una pomada, lo primero debe ser siempre el colirio y posterior mente al cabo de unos minutos, la pomada. Si lo hiciésemos al revés, la gota caería sobre un lecho oleoso que dificultaría su absorción y por tanto su efecto.

8. Lea el prospecto de las medicaciones y ante cualquier duda, consulte a su médico. En los prospectos nos muestran no solo las indicaciones del producto, sino sus contraindicaciones y posibles efectos secundarios que debemos conocer y en caso de que aparezcan, comunicar a nuestro médico.

9. Siga las indicaciones dadas por su médico en cuanto a dosificación y tiempo de uso, no modifique estas recomendaciones a su criterio. El aumentar las dosis no conlleva una mejoría más rápida, sino que puede conllevar riesgos graves de sobredosificación y efectos secundarios que pueden ser extremadamente graves. Nunca debemos variar las dosis sin las recomendaciones de nuestros especialistas.

10. Mantenga los colirios lejos del alcance de los niños. La curiosidad de los niños puede llevarles a repetir acciones que nos vean hacer a nosotros o incluso a ingerir medicamentos de forma inadvertida, por ello los medicamentos deben mantenerse lejos de su alcance y eliminarse tras su uso si es que nos sobra medicación.