Adelgazar es fácil, si se sabe cómo. Una de las claves es llevar una buena alimentación. Sobre todo en estas fechas, tras los excesos de comidas y cenas navideñas. Una de las mejores opciones para tratar de compensar es la ingesta de verduras y frutas. A ser posible, de temporada. Estas son cinco alimentos de invierno que te ayudarán a adelgazar:

Caquis

El caqui, también conocido como palo santo, es una fruta tropical que pertenece a la familia de las Ebanáceas. En España también se cultiva. Desde hace años es un cultivo habitual de la Ribera del Júcar y la del Segura. Habitualmente se come como fruta, ayudándose de una cuchara, aunque también se puede emplear en ensaladas. Destaca por ser rico en vitaminas A y C y potasio.

Aguacate

Uno de los alimentos de moda de la última década. Diversas publicaciones científicas ponen de manifiesto el papel del aguacate en una dieta equilibrada, pues ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares e hipertensión. Si nos fijamos en su alto contenido graso, añade Martínez de Victoria, el aguacate tiene un aporte calórico mediano y un alto porcentaje de agua. La ración habitual es de medio fruto (unos 70 gramos) y el total de calorías que aporta es de 119. Su consumo habitual en una dieta rica en frutas y verduras incrementa la saciedad tras la comida y disminuye el deseo de picar entre horas.

Además del ya clásico guacamole (a base de aguacate, tomate, cebolla, zumo de lima, chile, cilantro y sal) o con tostadas, el aguacate puede ser un gran aliado en la cocina: se puede usar desde en salsas para pasta hasta combinado con carne o pescado o en un gazpacho refrescante.

Acelgas

Es una planta herbácea bienal, esto es, florece en el segundo año de su cultivo, cultivada como anual. Se caracteriza por sus grandes hojas que suelen poseer un color verde brillante o rojizo. Se puede consumir cruda, en ensaladas o como guarnición, o cocinada. Para esta segunda opción, lo habitual es hervirla o saltearla.

Las acelgas destacan por su contenido de vitaminas, fibra, ácido fólico y sales minerales con un alto contenido de agua (48%).

Puerro

Se trata de una alimento muy versátil. Se pueden comer crudos, fritos, picados como la cebolla, y también se echan a los cocidos.

El puerro, para salir bien, requiere mucha humedad. Si la tierra no está suficientemente húmeda, la planta se seca y el puerro se estropea. Tanto para que crezcan como para trasplantarlos necesitan que la tierra está bien húmeda.

Y otra práctica importante para que conserven su condición es cubrir la parte baja con tierra a medida que crecen. Es la manera de que conserve el color blanco. De lo contrario, sería verde en su totalidad. Ese es el principal cuidado que necesitan.

Coliflor

La coliflor está de moda y es que es una de las verduras más nutritivas y completas del mundo vegetal, pudiendo disfrutar además de ella durante todo el año. Sólo tiene una cosa 'mala' para algunos y es que su consumo provoca el mismo efecto colateral que el comer guisantes por ejemplo, suele provocar bastantes gases en quienes lo comen, y estos precisamente no huelen bien.

"Contiene un compuesto de carbohidratos llamado 'manitol' que nuestros intestinos delgados no pueden digerir. Pasa por el tracto digestivo directamente al intestino grueso, donde es vorazmente devorado por hambrientos microbios que sueltan gas. Por eso la gente que sufre de colon irritable se abstiene de comer coliflor, por ejemplo. Algunos sostienen que alargar la cocción podría reducir los síntomas, y otros que comer comino junto a la coliflor también ayuda", subraya el bloguero gastronómico Oz Telem en 'Coliflor' (Libros Cúpula).

Entre su valor nutricional destaca que es un brote, a la par que una gran fuente de potasio, ácido fólico, vitaminas C y K, carbohidratos y varios tipos de proteínas como los aminoácidos. "Estas proteínas son las responsables de la habilidad única de la coliflor para volverse dorada cuando se asa o se fríe", apostilla.