Los investigadores recomiendan que las vacunas contra el covid deberían reforzarse con una dieta basada en plantas, ya que los estudios sugieren que la dieta vegana aumenta la eficacia de las vacunas y reduce la morbilidad y la mortalidad relacionadas con la infección.

En un comentario publicado en el 'American Journal of Medicine', los autores afirman que "un programa de vacunación sólido salva vidas, es esencial e insuficiente", pero añaden que, además de las vacunas, el personal sanitario debería recomendar dietas basadas en plantas para ayudar a los pacientes a mejorar su salud y disminuir su vulnerabilidad al covid.

Los autores señalan un nuevo estudio de trabajadores sanitarios cuya respuesta inmunitaria a la vacuna de Pfizer se asoció de forma inversa al perímetro de la cintura. Un estudio realizado en 2021 con trabajadores sanitarios de seis países reveló que los que seguían dietas principalmente vegetales tenían un 73% menos de probabilidades de desarrollar covid de moderada a grave, en comparación con los que seguían otras dietas.

"Este beneficio puede provenir del hecho de que las dietas basadas en plantas se asocian con un peso corporal significativamente menor, un menor riesgo de hipertensión, niveles de lípidos plasmáticos más bajos y un menor riesgo de diabetes", dice Saray Stancic, directora de educación médica del Comité de Médicos para la Medicina Responsable sin fines de lucro y miembro de la facultad de la Escuela de Medicina de Rutgers New Jersey.

"Una dieta vegana saludable puede beneficiar a un gran grupo de individuos que no responden adecuadamente a la vacunación y que, sin embargo, no tienen una condición de inmunosupresión clásica", añade.

Stancic es autora del comentario junto con Josh Cullimore, del Brighton and Hove Clinical Commissioning Group, en Reino Unido, y Neal Barnard, del Comité de Médicos.

Más del 60% de las hospitalizaciones de covid fueron atribuibles a la obesidad, la hipertensión, la diabetes o la insuficiencia cardíaca

"A partir del 18 de noviembre de 2020, más del 60% de las hospitalizaciones de covid fueron atribuibles a la obesidad, la hipertensión, la diabetes o la insuficiencia cardíaca --recuerda la doctora Stancic--. Estamos sugiriendo, tal vez de forma sorprendente, que una parte clave, pero descuidada, de nuestra estrategia de inmunización debería ser apuntalar la salud cardiometabólica del paciente en la medida de lo posible".

Para mejorar la salud y disminuir la vulnerabilidad a la covid y otras enfermedades, los autores sugieren tres estrategias clave. Por un lado, los médicos deben animar a los pacientes a mejorar las condiciones de salud subyacentes, incluyendo la adopción de hábitos dietéticos saludables, en particular un énfasis renovado en las verduras, frutas, granos enteros y legumbres, y las dietas basadas en plantas.

Esta recomendación está en consonancia con la política de la Asociación Médica Americana de junio de 2021, que insta a los líderes gubernamentales a animar a las personas con condiciones de salud subyacentes asociadas a la morbilidad y mortalidad por covid a que acudan a sus médicos para instituir (o reanudar) el tratamiento adecuado para esas condiciones subyacentes.

En segundo lugar, recomiendan que los médicos deben remitir a los pacientes apropiados a los dietistas registrados como una cuestión de urgencia médica. Según sugieren, deberían proporcionar información nutricional y codificar los mensajes nutricionales en sus historias clínicas electrónicas para entregárselos automáticamente a los pacientes en el momento de la salida.

Y por último, que los hospitales deben proporcionar información sobre la buena nutrición a los pacientes, las familias, los visitantes y el personal, y deben modelarla con los alimentos que sirven.

"Para que un programa de vacunación funcione, un paso clave es convencer a la gente de que se arremangue para la vacunación inicial y los refuerzos que sean necesarios -señala Stancic-. Mejorar su capacidad de respuesta a la vacuna es otro. Los datos sugieren firmemente que abordar urgentemente las condiciones de salud subyacentes con, para empezar, una dieta más saludable, no sólo reduciría la probabilidad de infección grave y muerte; con el tiempo también podría ayudar a que las vacunas funcionen mejor".