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Llegan a Asturias los primeros gimnasios boutique tras la pandemia: “Ofrecemos un todo”

El primer centro con entrenamientos personales, nutricionista y fisio abre en Oviedo

Gimnasios boutique, la alternativa más buscada tras la pandemia

Gimnasios boutique, la alternativa más buscada tras la pandemia VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Miki López

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Gimnasios boutique, la alternativa más buscada tras la pandemia Elena M. Chorén

“Tienda de productos selectos” es la definición que la Real Academia Española ofrece de “boutique”, un término que ahora se aplica al mundo del deporte para ilustrar una forma de entrenar más exclusiva y personalizada. En Asturias, abrió hace unos meses el primer gimnasio boutique.

Al entrar por la puerta, sobre un mural de hierba, luce en letras de neón la palabra “Ítaca”, el nombre de este gimnasio situado en Oviedo. Con este detalle, uno ya se hace a la idea de que este centro deportivo plantea un concepto diferente. Todo está cuidado al milímetro: las máquinas se encuentran colocadas en una especie de bodegón deportivo, no hay desorden, ni la música suena a todo trapo. Se entrena de uno en uno –perfecto para tiempos de pandemia– y siempre acompañado de un profesional.

Pedro Llaneza. Miki López

“Creemos que es un proyecto que va a más porque la gente está priorizando su salud y su físico”, explica Pedro Llaneza, propietario del primer gimnasio boutique en la región. Solo tiene 22 años y, tras trabajar varios años como entrenador personal, decidió dar el salto y ofrecer a sus clientes un servicio más exclusivo. “Siempre me gustó ayudar a la gente a mejorar su condición física y su salud y que, a la larga, pudiesen ver cambios físicos”, explica.

Su idea es “hacer algo totalmente personalizado y cambiar un poco el concepto de gimnasio”. Para Llaneza es importante que el cliente sienta que lo cuidan y le ofrecen algo pensado específicamente para él cada día. Las sesiones duran una hora y siempre se hacen junto a un profesional que vela porque no haya lesiones y el ejercicio se ejecute de forma correcta.

Las boutiques del deporte no solo son un espacio cuidado para hacer ejercicio; buscan ofrecer “un todo”. Cuentan con un servicio de nutrición y suplementación para elaborar una dieta acorde a los objetivos marcados, tales como ganar masa muscular, perder peso o mejorar la movilidad y prevenir enfermedades. En el propio local hay una tienda de suplementación deportiva y profesionales para recibir asesoramiento en este ámbito. Y hay más: disponen de un fisioterapeuta “por si hubiese lesiones o patologías”.

Pedro Llaneza muestra cómo usar las cuerdas. | Miki López

Su abanico de servicios atrae cada vez a más personas, pero, ojo, porque hay aforo. “La acogida es muy buena, pero no queremos que sea un gimnasio que esté saturado. Como mucho, hay una o dos personas a la hora. Buscamos que la gente esté cómoda con nosotros”, apunta Llaneza. Los perfiles son muy variados. La chica más joven tiene 15 años; la mayor, 75. Esta última confía su salud a Llaneza desde hace años: “Le tengo mucho aprecio; lleva entrenando conmigo varios años y ha mejorado mucho su salud. Hemos trabajado duro para fortalecer la musculatura y que no haya dolores ni molestias en su día a día, para que, en general, mejore su calidad de vida”.

En resumen, todos los clientes que buscan un entrenador personal tienen dos objetivos: “Cuidar la salud y mejorar la condición física”.

El motivo por el que se apuntó Eduardo Castejón a este gimnasio es diferente. Por un lado, conocía a Pedro Llaneza –“es un máquina”, dice de él– y, por otro, prepara un papel en una película para el que necesita “un determinado punto físico”. Tenía un plazo de seis meses para conseguirlo y necesitaba trabajar de una forma concreta para obtener resultados. “Aproveché que Pedro empezó el negocio para venir con él”, cuenta. Además, “tenía muchas ganas de tener a alguien encima explicándome las cosas de primera mano”, confiesa. Aunque lleva veinte años entrenando, este nuevo concepto boutique, con planes pensados únicamente para él, lo mantiene muy motivado. “Pienso que es importante tener a alguien que está a tu lado todo el tiempo, motivándote. Además, que alguien se preocupe por lo que tengo que comer, qué zona toca entrenar o cuándo hay que cambiar el entreno, te da muchísima libertad. A nivel psicológico, te ayuda mucho porque te quita a ti ese peso mental de planificarlo todo”, argumenta.

Pedro Llaneza supervisa a Eduardo Castejón, uno de sus clientes. MIKI LÓPEZ

La pandemia ha sido la “culpable” del auge de este tipo de gimnasios en España. Las boutiques del deporte apuestan por espacios individuales y huyen de las clases masificadas y los entrenamientos sin supervisión. “Este concepto viene después de una época en la que estaban en auge los gimnasios ‘low cost’ con clases dirigidas, pero que, en ningún momento, tenías la sensación de estar haciendo el ejercicio bien y nadie te corregía la técnica”, explica Llaneza.

El plan más básico de su centro incluye a un entrenador personal, revisiones mensuales para controlar la evolución y descuentos en la tienda de suplementación. A partir de ahí, se pueden añadir ingredientes para conformar el mejor plan para cada persona.

¿El precio? “Obviamente, que tengas un entrenador contigo toda la hora tiene un precio superior al que puede ofrecer un gimnasio. Pero, lejos de lo que la gente se piensa, creemos que es algo asequible para todo el mundo. Al final, de lo que se trata es de invertir en salud”, detalla el dueño del centro, convencido de que hay que desterrar la idea de que “un entrenador personal es solo para famosos”.

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