La alimentación y la longevidad forman una combinación que forma parte constante de nuestras vidas, ya que afecta a nuestros hábitos diarios y a nuestros esfuerzos por mantenernos sanos. La ciencia aborda el tema y estudia el aumento de la esperanza de vida, pero esto no es suficiente. Pero esto no es suficiente. El objetivo es limitar al máximo el deterioro físico, para poder vivir hasta una edad avanzada con buena salud y fuerza.

Ambicioso y a dieta

La calidad de vida mejora constantemente y podemos vivir más tiempo si establecemos una relación correcta con la comida. La ciencia habla de restricción alimentaria sin desnutrición para explicar que la herramienta más poderosa que tenemos es comer menos y mejor. Reducir el consumo de alimentos en un 40% podría disminuir la probabilidad de contraer enfermedades y hacer menos frecuentes los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares. La dieta mediterránea se compone de alimentos que tienen numerosas propiedades beneficiosas para el organismo. Hay 3 alimentos que conocemos bien y que podrían ser el ejemplo adecuado para hablar de bienestar, dieta y longevidad.

El aceite de oliva es un producto básico de la dieta mediterránea y los productos de nuestro país ganan muchos premios y son apreciados en todo el mundo. Se dice que las vitaminas, el betacaroteno y los antioxidantes ayudan a mantener las arterias limpias, el corazón sano y los niveles de colesterol bajos. Y son un importante aliado para frenar el proceso de envejecimiento del organismo. El aceite de oliva reduciría el nivel glucémico del pan y ayudaría al hígado a gestionar la insulina. Por eso, en muchas dietas se recomienda comerlos juntos. Especialmente si combinamos pan integral o tostado con aceite de oliva en el desayuno, podemos obtener los beneficios que necesitamos para empezar bien el día. El tostado permite digerir mejor el pan y reducir la cantidad de levadura.

El ajo tiene muy pocas calorías y es una potente mezcla de vitaminas C, B y minerales. La alicina es antioxidante, antibacteriana y nos defiende de los ataques de virus. Es muy importante para la salud del corazón y ayuda a que las arterias se mantengan limpias. Una bruschetta con ajo y aceite como tentempié es un verdadero superalimento, que deberíamos consumir siempre independientemente de nuestra dieta. El principal obstáculo es el mal aliento que provoca la alicina porque tiene un sabor muy fuerte, y de hecho hace que los alimentos sean sabrosos incluso cuando el ajo está cocinado.

El aceite de oliva ya es un remedio útil para limitar los efectos del ajo en nuestro aliento. Si preparamos una bruschetta con aceite de oliva, picamos el ajo después de limpiarlo de su corazón y le añadimos guacamole, los efectos de la alicina deberían disminuir. También podemos añadir unas hojas de menta a la bruschetta y acompañar el aperitivo con un vaso de limonada. La merienda sería nutritiva y el aliento no tan malo. Así que podríamos vivir más tiempo teniendo cuidado con lo que comemos.