¿Qué es la bronquiolitis y cómo afecta a los bebés?

Las hospitalizaciones por bronquiolitis se cuadruplican en niños menores de 4 años en España

¿Qué es y cómo afecta a los bebés?

¿Qué es y cómo afecta a los bebés?

Las hospitalizaciones por bronquiolitis asociada al Virus Respiratorio Sincitial (VRS) en niños entre 0 y 4 años se han cuadruplicado en un mes debido a la estacionalidad pero también a la falta de circulación del virus estos dos años por el uso de mascarillas lo que influyó en una menor inmunización natural.

Según datos de la Red de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III, en la semana 45, del 7 al 13 de noviembre, las mayores tasas de incidencia de infecciones respiratorias asociadas al VRS en hospitales se ha dado en el grupo de 0 a 4 años, con 79,4 casos por 100.000 habitantes, mientras que un mes antes, en la semana 42 (del 7 al 23 de octubre) la tasa de incidencia en esta franja de edad era de 19,5 casos por 100.000.

En Atención Primaria y según los últimos datos de esta red de vigilancia también se ha disparado la presencia de bronquiolitis asociada a VRS con 945,7 casos por 100.000 habitantes en el grupo de niños de 0 a 14 años, seguido de la franja de 5 a 14 años que registra 195 casos por 100.000.

También en Atención Primaria se ha visto un crecimiento respecto a los datos de hace un mes, así en la semana del 7 al 23 de octubre la tasa de incidencia de VRS en niños de 0 a 4 años era de 311,6 casos por 100.000 habitantes, la mayor de todos los grupos etarios.

Ante esta situación, la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) ha mostrado su inquietud ante las altas tasas de la enfermedad en menores especialmente por el desconocimiento de cuándo se alcanzará el pico máximo y si la gravedad de la enfermedad será superior a anteriores temporadas.

¿Qué es la bronquiolitis?

La bronquiolitis es una infección respiratoria producida por virus que provocan la inflamación de los bronquios y los bronquiolos, que son los conductos más pequeños por los que circula el aire dentro del pulmón.

Se trata de la primera infección que se produce en las vías respiratorias del niño. Siempre se produce cuando el niño es menor de 2 años y solo se padece una vez.

Es una infección vírica que se manifiesta con dificultad para respirar y, en muchas ocasiones, con "pitos" en el pecho.

Los primeros síntomas con los que se inicia la bronquiolitis son los propios de un resfriado común: tos y mucosidad nasal.

Generalmente, es una enfermedad que cursa de forma leve, aunque hay casos en los que la bronquiolitis puede complicarse con problemas para respirar y puede hacer necesaria la hospitalización.

¿Tiene tratamiento?

En la mayoría de los casos el niño mejora en las dos primeras semanas (aunque puede durar hasta tres semanas) con cuidados en casa y con un tratamiento para paliar los síntomas propios de la bronquiolitis, como la fiebre, la tos y la congestión nasal.

Como explica la doctora Raquel Jiménez, jefa de la Sección de Pediatría del Hospital Niño Jesús de Madrid,:

  • La bronquiolitis no tiene tratamiento. Ninguno. 

De hecho, se ha observado que los broncodilatadores, como el famoso salbutamol, no son efectivos para paliar los síntomas de esta patología. En cambio, cuando hay una bronquitis este tratamiento inhalatorio si es efectivo.

Para los padres, que ven a sus bebés de pocos meses de vida con dificultades para respirar, es difícil asumir que la bronquiolitis no tiene tratamiento.

Cuando la dificultad respiratoria es muy aguda, lo único que pueden hacer los pediatras es darles un soporte para ayudarles a respirar mejor. Nada más.

Lavar la nariz con suero fisiológico en caso de que haya un exceso de mucosidad, ponerle en una posición semi incorporada, que el bebé haga las tomas con más frecuencia y menos cantidad, son algunas de las recomendaciones que los pediatras dan a los padres para favorecer la respiración del bebé.

En el caso de un agravamiento de los síntomas, que afortunadamente se produce en pocos casos, se les ayuda con oxígeno. Pero siempre la enfermedad la superan los niños por sí solos, sin ningún fármaco que les ayude más allá de analgésicos que les reduzcan la fiebre y les quiten el malestar