Facultad Padre Ossó

A la vejez, salud: un gran porcentaje de personas mayores residen en zonas rurales

Un programa de envejecimiento activo mejora la calidad de vida y retrasa la discapacidad y la dependencia

A la vejez, salud

A la vejez, salud / Sergio Rodríguez Menéndez

Sergio Rodríguez Menéndez

El Principado de Asturias tenía censadas en 2022 a 1,4 millones de personas, de las cuales, 247.068 eran mayores de 65 años. Esto supone un 27% de la población. La media de edad de los españoles es de 44 años. En el Principado se supera casi en 5 puntos esta media, lo que sitúa a la región como la más envejecida de España.

Envejecimiento y salud van de la mano. Conforme cumplimos años la posibilidad de tener ciertos problemas crece exponencialmente. Estos problemas de salud pueden hacer que aparezca una pérdida de independencia que, en muchos casos, es difícil de atacar por el difícil acceso de muchos asturianos a los diferentes recursos existentes. ¿El motivo? El gran porcentaje de personas mayores que residen en zonas rurales.

A la vejez, salud

A la vejez, salud / Sergio Rodríguez Menéndez

En los últimos meses, escuchamos de forma continuada el término "envejecimiento activo" o "envejecimiento saludable", pero ¿sabemos realmente lo que es?

La Organización Mundial de la Salud define el envejecimiento saludable como el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. Estudios recientes relacionan tener un envejecimiento activo con mantener al adulto mayor en unos parámetros óptimos de calidad de vida, entendiendo este concepto como la percepción que tiene una persona sobre su posición en la vida dentro del contexto cultural y el sistema de valores en el que vive y con respecto a sus metas, expectativas, estándares y preocupaciones.

Es un concepto de amplio alcance que está atravesado de forma compleja por la salud física de la persona, su estado fisiológico, el nivel de independencia, sus relaciones sociales y la relación que tiene con su entorno. Como medida para fomentar este tipo de envejecimiento, surgen los programas de envejecimiento saludable, que programan actividades físicas, cognitivas y sociales que permiten al adulto mayor estimular, mantener o rehabilitar las posibles carencias en estas áreas.

¿De qué tratan los programas de envejecimiento saludable?

Los programas de envejecimiento saludable, cada vez más comunes, tienen por objetivo incrementar la esperanza de vida activa y saludable, mejorar la calidad de vida y retrasar lo máximo posible la discapacidad y la dependencia de las personas mayores.

Están dirigidos por profesionales de las ciencias de la salud y en ellos se trabaja la esfera física (equilibrio, movilidad, coordinación...); la esfera cognitiva (memoria, lenguaje, atención…) y la esfera social (relación con los demás, actividades ocupacionales…). Suelen ser muy organizados, con propuestas variadas semanalmente y adaptados a las necesidades individuales de cada persona.

¿Cuándo está recomendado iniciar programas de envejecimiento saludable?

Cuanto antes, mejor. Cuando las personas usuarias no tienen ningún problema aparente, inician en el programa en la fase de estimulación. Por otro lado, si ya existen alteraciones que estén relacionadas con una pérdida de calidad de vida, entrarán en el programa en fase de rehabilitación.

Lo principal es identificar en qué momento vital estamos, cuales son nuestras características y una evaluación en profundidad antes de iniciar el programa de envejecimiento saludable. Además, debemos identificar si nuestro envejecimiento se encuentra en unos parámetros funcionales dentro de la normalidad o, por el contrario, están iniciando procesos de deterioro en alguna de las funciones corporales. Para ello, tenemos que prestar atención a los signos de envejecimiento normal y a las señales de alerta del envejecimiento.

Algunos signos de envejecimiento son los siguientes:

  • Disminución del colágeno de la piel y absorción de proteínas.
  • Pérdida de agilidad y de capacidad de reacción refleja.
  • Aparición de demencias.
  • Disminución de la capacidad inmunitaria.
  • Pérdida progresiva de los sentidos del oído, del gusto y de la vista.
  • Pérdida de relaciones sociales.
  • Síntomas depresivos, ansiedad.

Las señales de alerta son múltiples:

  • Despistes repetitivos.
  • Tropezones o caídas de repetición.
  • Disminución de la participación en actividades cotidianas.
  • Aislamiento social.
  • Torpeza motora.
  • Problemas de coordinación.
  • Disminución del vocabulario.
  • Cambios estado de ánimo.
  • Dificultad para resolver problemas.