Así trabajan los desactivadores de ictus del HUCA: sus logros y retos tras dos décadas de trabajo

La unidad de neurorradiología intervencionista del HUCA lleva tratados a más de 2.000 pacientes con accidentes cerebrovasculares y a otros tantos con aneurismas cerebrales

Los especialistas ultiman una técnica pionera "para extraer el trombo con más rapidez"

Los doctores Eduardo Murias Quintana y Pedro Vega Valdés, en el ordenador de control del nuevo angiógrafo biplano digital.

Los doctores Eduardo Murias Quintana y Pedro Vega Valdés, en el ordenador de control del nuevo angiógrafo biplano digital. / Irma Collín

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Son los microfontaneros que reparan el cerebro lesionado por ictus, hemorragias o aneurismas. Cirujanos de precisión milimétrica que operan sin necesidad de abrir la cabeza, sino mediante finísimos cables que, en su interior, transportan el instrumental desde la ingle o la muñeca hasta las arterias cerebrales más minúsculas. Veinte años se cumplieron el pasado mes de julio del inicio de las técnicas de neurorradiología intervencionista en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

"En este tiempo, hemos tratado a más de 2.000 pacientes con ictus isquémico agudo y a una cifra aproximada de enfermos con aneurismas cerebrales, unos rotos, con hemorragia, y otros antes de romperse", explica Pedro Vega Valdés, responsable de la unidad de neurorradiología intervencionista del complejo sanitario ovetense.

"El ictus es lo que más visibilidad nos da: por el impacto social que tiene, porque representa el mayor volumen de pacientes y porque es la faceta que más se ha desarrollado en los últimos años", señala el doctor Vega. Asturias registra, junto a Cantabria, la mayor ratio de tratamientos de ictus por cada 100.000 habitantes de toda España.

La radiología es una de las especialidades médicas que más ha cambiado en los tiempos recientes. Una de las líneas de progresión es el nacimiento y desarrollo de la neurorradiología intervencionista, que se dedica a realizar procedimientos diagnósticos y terapéuticos en la cabeza y el cuello. La cartera de prestaciones incluye el tratamiento de aneurismas, la atención urgente al Código Ictus, la embolización (interrupción) de sangrados, el abordaje de estenosis arteriales…

El HUCA es el único hospital de la región en el que se trata a los pacientes con un ictus isquémico agudo a través de un cateterismo. El procedimiento consiste en extraer el trombo a través de una punción en la arteria femoral mediante unos dispositivos especialmente diseñados para ello. Al quitar el trombo, se reanuda la circulación de sangre por la arteria cerebral que ha sido desatascada.

A la izquierda, el equipo de neurorradiología intervencionista del HUCA, casi al completo: de izquierda a derecha, Jesús Castaño Pérez (supervisor de la unidad de Radiodiagnóstico), Adriana Salazar Baragaño (TCAE), María Terente Herrero (enfermera), María Álvarez López (celadora), Patricia Rodríguez Fernández (enfermera), Faustino García Arias (jefe del servicio de Radiodiagnóstico), Mónica Lago Bermúdez y Leila Alonso González (enfermeras), José Rodríguez Castro (neurorradiólogo intervencionista), María Fernández Pedrero (enfermera), Francisco Herrera Pérez (neurorradiólogo intervencionista), Rebeca Martín Polo (anestesista), Eduardo Murias Quintana y Pedro Vega Valdés (neurorradiólogos intervencionistas). | irma collín

A la izquierda, el equipo de neurorradiología intervencionista del HUCA, casi al completo: de izquierda a derecha, Jesús Castaño Pérez (supervisor de la unidad de Radiodiagnóstico), Adriana Salazar Baragaño (TCAE), María Terente Herrero (enfermera), María Álvarez López (celadora), Patricia Rodríguez Fernández (enfermera), Faustino García Arias (jefe del servicio de Radiodiagnóstico), Mónica Lago Bermúdez y Leila Alonso González (enfermeras), José Rodríguez Castro (neurorradiólogo intervencionista), María Fernández Pedrero (enfermera), Francisco Herrera Pérez (neurorradiólogo intervencionista), Rebeca Martín Polo (anestesista), Eduardo Murias Quintana y Pedro Vega Valdés (neurorradiólogos intervencionistas). / Irma Collín

El equipo está incorporando una técnica novedosa "a nivel nacional e incluso internacional", señala el doctor Vega. Consiste en el uso de dos dispositivos de forma simultánea, en vez de uno, "para conseguir sacar el trombo de una manera más efectiva y mucho más rápida". Esa celeridad "está relacionada directamente con un mejor pronóstico: cuanto antes extraigas el trombo, mejores expectativas de recuperación y menos secuelas".

Hace unos lustros, las posibilidades de atajar un accidente cerebrovascular –un ictus– eran muy limitadas. Hoy, el panorama es muy distinto. Los progresos en la extracción de los trombos se reflejan, en la calle, en la menor presencia de personas que caminan con muestras evidentes de una hemiplejia, con un brazo y una pierna parcialmente paralizados y los miembros del otro lado moviéndose de manera disarmónica.

Otra novedad en curso tiene como finalidad interrumpir las hemorragias cerebrales. Los neurorradiólogos intervencionistas del HUCA participan desde hace un año en un proyecto colaborativo con el servicio de Neurocirugía. El doctor Eduardo Murias Quintana explica el procedimiento: "Los pacientes que sufren una hemorragia cerebral subdural [entre la duramadre y la superficie del cerebro] tienen tendencia, después de la cirugía, a volver a sufrir la misma hemorragia a lo largo del primer año. Mediante las técnicas de embolización conseguimos reducir las tasas de recidivas para que no vuelvan a tener una hemorragia cerebral y también reducimos la tasa de reingresos. Es un tratamiento complementario al estándar ya establecido". En los últimos meses han empezado a publicarse los primeros estudios internacionales, con unos resultados favorables, "y nosotros ya llevamos un año de experiencia en este tipo de tratamientos".

Los desactivadores de ictus cumplen veinte años

Los desactivadores de ictus cumplen veinte años

Angiógrafo biplano de última generación

Dotado con todos los avances tecnológicos más recientes, aporta una mejor resolución y a mayor tamaño, sin perder definición, así como un tiempo más breve para la adquisición de estas imágenes. Todo ello con menores dosis de radiación y de contraste.

El equipo de neurorradiología intervencionista está formado actualmente por cinco médicos y catorce enfermeras. El salto de actividad se produjo en 2012, cuando los facultativos comenzaron a dar atención continuada las 24 horas de todos los días del año. Esta cobertura total supuso una mejoría radical en una prestación sanitaria cuyo éxito se basa, en buena parte, en la celeridad de la atención. A estas alturas, ya es casi universalmente sabido que en el tratamiento del ictus "el tiempo es vida".

Buena parte del progreso de algunas disciplinas médicas se fundamentan en los avances tecnológicos. Para los radiólogos intervencionistas del HUCA ha sido muy relevante la incorporación, hace poco más de un año, de un angiógrafo biplano digital de última generación que permite realizar intervenciones más rápidas, seguras y precisas en el tratamiento de los ictus y otras patologías cerebrovasculares. Este aparato es, además, una potente herramienta diagnóstica.

En total, el servicio de Radiodiagnóstico del HUCA dispone de cuatro salas de radiología vascular intervencionista, con equipos de imagen de última generación llamados angiógrafos. Que en el área de neurorradiología intervencionista haya dos equipos biplanos –un dato poco habitual– garantiza la atención a las urgencias cuando uno de ellos está ocupado por pacientes programados.

Dada la intensa tecnologización de la unidad, el equipo de enfermería ha de estar adecuadamente entrenados en todo el catálogo de procedimientos. "En cada sala de radiología vascular intervencionista ejercen su labor dos o tres enfermeras, dependiendo de si el procedimiento precisa o no anestesia. Mucho más allá de la asistencia tradicional, en la sala una de las enfermeras es el segundo operador de mesa, mientras otra ejerce su labor como enfermera circulante de quirófano y la tercera como enfermera de anestesia", asevera Jesús Castaño Pérez, supervisor de la unidad. Y puntualiza: "Las enfermeras deben conocer el procedimiento, el manejo del paciente critico y las técnicas de asepsia". Otras responsabilidades de la enfermería son "preparar al paciente física y emocionalmente, verificando su historial, administrando medicamentos y proporcionando información clara sobre el procedimiento".

De otra parte, la unidad de neurorradiología intervencionista está involucrada en la enseñanza de la disciplina –tanto Pedro Vega como Eduardo Murias son profesores de la Facultad de Medicina– y algunos de sus especialistas son mentores de la Sociedad Europea de Neurorradiología Intervencionista, lo que supone contribuir a la formación de médicos jóvenes a nivel europeo, y también formar a especialistas españoles.

Todo ello configura un equipo altamente cualificado, con "toda la tecnología a nuestro alcance" y que se ha convertido en "referencia a nivel nacional y europeo", enfatiza Pedro Vega.

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