Qué alimentos comer y cuáles no para lucir una piel radiante y cuidada

Adiós a los procesados y hola a una hidratación constante con alimentos saludables

Los remordimientos alimenticios, las dietas milagro y la educación nutricional con Susana Sánchez

Los remordimientos alimenticios, las dietas milagro y la educación nutricional con Susana Sánchez

Xiana Cela

El cuidado de la piel es algo que se encuentra muy vinculado al uso de cremas hidratantes, serums novedosos o exfoliantes naturales. Sin embargo, son los hábitos alimenticios lo que marcarán la diferencia para lucir una piel sana sin necesidad de gastarse los ahorros en productos. Un paso tan sencillo como incorporar esta lista de alimentos al carrito de la compra, será suficiente para conseguir un nuevo brillo en la piel de cualquier persona.

Estos alimentos son los encargados de nutrir el cuerpo para luchar contra las bacterias nocivas que pueden perjudicarlo, además de relantizar un envejecimiento prematuro de la piel. Complementando una buena alimentación, el hábito saludable que marcará la diferencia será mantenerse hidratado. La cantidad de agua que se debe consumir varía según el peso de la persona, el esfuerzo que se realice y el sudor que esto conlleva. Sin embargo, hidratarse no se limita al consumo de agua directamente, sino que también puede ser aquella presente en alimentos como frutas, verduras u hortalizas.

La piel, además de una continua hidratación, necesitará una serie de vitaminas fundamentales.

La primera de las vitaminas que no puede faltar será la vitamina A. La zanahoria, la batata y la calabaza con su característico color naranja tienen un alto contenido en betacarotenos, que aportan antioxidantes ayudando al cuerpo a una mayor producción de la vitamina. También son ricos en antioxidantes el melocotón y el mango.

Los frutos rojos, el kiwi y los pimientos rojos son muy ricos en vitamina C, con un alto índice de antioxidantes y colágeno para la piel, lo que aporta tanto elasticidad como firmeza a esta gracias a las antioacianinas presentes en los alimentos rojos y morados.

En el caso de no poder disfrutar de mucha luz solar, alimentos como pescados azules, lácteos o huevos serán una fuente ideal de vitamina D. Los pescados azules aportan sustancias antiinflamatorias y que ayudan a regular el sistema inmunológico. Si además se complementa la dieta de estos alimentos con un alto contenido en frutos secos o semillas, se asegurará una regeneración celular.

Y como debe ser obvio, la reducción del consumo de alcohol ayudará a evitar el efecto del mismo, la reducción de vitamina A en el cuerpo. De igual forma, los alimentos procesados además de tener un bajo contenido en nutrientes, solo aportarán grasas saturadas y azúcares.

Una buena alimentación que implemente todos estos alimentos y reduzca el consumo de productos envasados ayudará a conseguir una piel radiante, hidratada y que evite la posibilidad de un envejecimiento prematuro.

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