Sara Marín Berbell, médica experta en microbiota: “Nunca duermas de tu lado derecho”

"Produce reflujo, malas digestiones, gases y peor descanso nocturno", advierte la doctora

Sara Marin, experta en microbiota

Sara Marin, experta en microbiota / Instagram

Alejandra Carreño

¿De qué lado duermes? ¿Del derecho o del izquierdo? ¿De ambos o boca abajo? Si eres de los que duerme del lado derecho, no lo hagas más. Es la advertencia que lanza Sara Marín Berbell, médica experta en microbiota: "Nunca duermas de tu lado derecho". Y este es el motivo.

“Cuando duermes de tu lado derecho, el estómago queda por encima del esófago y el ácido gástrico sube hacia arriba, hacia tu boca, produciendo reflujo, malas digestiones, gases y peor descanso nocturno", explica la doctora a través de su cuenta de Instagram @uncafecontudoctora, en el que suma más de 170 mil personas. Por contra, si duermes del lado izquierdo, "el estómago se queda debajo del esófago y la gravedad te ayuda. El ácido no puede subir. Duermes mejor y tienes mejores digestiones".

Así que si eres de los que duerme mal por las noches o tienes reflujos, ya sabes por qué es. "Además, dormir del lado izquierdo puede mejorar tu circulación y el drenaje linfático, tanto de tu cuerpo como de tu cerebro, eliminando toxinas y mejorando la limpieza cerebral", agrega Marñín. Esto es especialmente bueno para las embarazadas; mejora su circulación cardiaca pulmonar.

Aunque es mejor y tiene más beneficios para la salud dormir del lado izquierdo, Sara Marín puntualiza que, si eres una persona sana, puedes seguir durmiendo de la misma forma que hasta ahora. "Si te sientes más cómodo del derecho y vas a descansar mejor, al final será más beneficioso para ti el lado en el que te sientas bien", señala.

"En personas sanas, no hay evidencia sólida que demuestre una diferencia significativa entre el lado izquierdo y derecho para la circulación cardio pulmonar, aunque algunos autores sugieren que según la fisiología sería mejor el izquierdo. Si tienes problemas cardíacos lo mejor es consultar con tu médico", remata la médica.

Hace unos días, la experta en microbiota lanzaba otro aviso a través de sus redes sociales: "Nunca te duches después de comer; hace mal a tu estómago". Después de comer la sangre va al estómago para ayudar a digerir los alimentos. En ese momento, "el aparato digestivo necesita mucha energía para funcionar", tal como explica. En una ducha, el cuerpo envía esa sangre a la piel "para abrir los vasos y ayudarte a regular la temperatura y le quita la prioridad al estómago". Esto produce: digestiones lentas, acidez, pesadez y hasta mareos.

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