Joaquín Peñalver, fisioterapeuta: "Abusar de las chanclas en verano puede producir desde fascitis plantar a tendinopatía de Aquiles"

El experto habla de las consecuencias de usar este tipo de calzado

No abuses de chanclas en verano

No abuses de chanclas en verano

F. L.

Con la llegada del verano, lo normal es que nos lancemos a utilizar chanclas y sandalias para soportar los calurosos días de verano. Pero, los expertos avisan que utiliza este calzado de manera recurrente no es conveniente por las consecuencias que puede acarrear para nuestra salud.

"Los pies tienen memoria", empieza diciendo Joaquín Peñalver, fisioterapeuta. Y es que, según el experto, "Abusar de las chanclas en verano puede producir desde fascitis plantar a tendinopatía de Aquiles".

No conviene abusar

El uso prolongado de chanclas en verano puede tener consecuencias negativas para la salud de los pies y la postura. Estas pueden incluir problemas como fascitis plantar, dolor en los talones, arcos caídos, lesiones en los tobillos, y dolor en las piernas y la espalda. Además, pueden producir rozaduras entre los dedos, cortes en las uñas, y quemaduras solares en el empeine. 

Fascitis plantar:

La falta de soporte en el arco del pie puede sobrecargar la fascia plantar, causando dolor en la planta del pie. 

Dolor en los talones:

La falta de amortiguación puede transmitir el impacto de la marcha a los talones, causando dolor y fatiga. 

Arco caído:

El uso prolongado de chanclas puede debilitar los músculos y ligamentos que sostienen el arco del pie, provocando que se caiga. 

Lesiones en los tobillos:

La falta de estabilidad puede aumentar el riesgo de torceduras y esguinces de tobillo. 

Dolor en las piernas y la espalda:

La mala postura y la sobrecarga muscular pueden provocar dolor en las piernas y la espalda. 

Rozaduras, cortes y quemaduras:

La tira de la chancla puede causar rozaduras entre los dedos, y la exposición prolongada al sol puede provocar quemaduras en el empeine. 

Posición de los dedos en garra:

El intento del pie por sujetar la chancla puede provocar que los dedos adopten una posición en garra. 

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