Begoña del Campo, psicóloga: "Tu cuerpo puede ser adicto a sentir tristeza"

"El cerebro dice, esto es familiar, esto es seguro"

Begoña del Campo, psicóloga: "Tu cuerpo puede ser adicto a sentir tristeza"

Begoña del Campo, psicóloga: "Tu cuerpo puede ser adicto a sentir tristeza"

Roberto González

La tristeza es una emoción difícil, a la que cuesta entender. Por eso podemos llegar a culpabilizarnos por sentirla. Está caracterizada por sentimientos de desánimo, pérdida o desesperanza, que se experimentan como respuesta a situaciones de decepción, pérdida o frustración. Se trata de una respuesta emocional saludable a situaciones de la vida que causan dolor o sufrimiento.

Lo más habitual es que se resuelva con el tiempo a medida que el individuo que la sufre se va adaptando o soluciona la situación que la provocó. Sin embargo, hay veces que una persona puede volverse adicta a la tristeza. Así lo explica la psicóloga Begoña del Campo, que cuenta que "Cada emoción genera una química y si repites una emoción, tu cuerpo se habitúa".

Esto, por lo tanto, puede hacer que te acostumbres a la tristeza sientiendo que eso es lo normal y habitual: "El cerebro dice, esto es familiar, esto es seguro".

Esa es la principal razón por la que sigues repitiendo patrones y situaciones dolorosas "aunque conscientemente quieres algo nuevo", argumenta Begoña del Campo. Como psicóloga, ella asegura que lo mejor para acabar con esa situación es romper la química con una nueva experiencia emocional con el objetivo de que "tu cuerpo se acostumbre al bienestar", dice.

Recomendaciones para llevarte bien con la tristeza

A veces la tristeza se nos presenta en nuestro día sin un motivo aparente. De repente sientes un nudo en la garganta que te indica ganas de llorar y te apetece no salir de la cama en todo el día.

Esto es algo muy común en muchas personas y puede darse también con la emoción de la ansiedad. Parece que todo está bien en tu vida: la familia se encuentra bien, los amigos también y en el trabajo las cosas van sobre ruedas. Pero una mañana despiertas y sientes que el mundo se te viene abajo.

Para poder tener una buena relación con la tristeza, es importante entenderla. Prestarla atención y experimentarla. Es muy importante no reprimirla, porque puede hacer que reaparezca cuando menos te lo esperas y con mayor intensidad. Para ello, aquí tienes algunos consejos para aprender a convivir con ella:

Acepta tus sentimientos

Permítete sentir y expresar la tristeza sin juzgarte. Reprimir estas emociones puede intensificar el malestar.

Habla sobre lo que sientes

Compartir tus emociones con amigos, familiares o un profesional puede proporcionar alivio y una nueva perspectiva.

Mantén una rutina saludable

Dormir adecuadamente, realizar ejercicio físico y llevar una alimentación equilibrada son fundamentales para el bienestar emocional. 

Practica actividades placenteras

Dedicar tiempo a hobbies o actividades que disfrutes puede mejorar tu estado de ánimo y distraerte de pensamientos negativos.

Haz ejercicio habitualmente

La actividad física libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que ayudan a combatir la tristeza.

Practica técnicas de relajación

El mindfulness, la meditación o la respiración profunda pueden ayudarte a gestionar el estrés y la tristeza. 

Evita el aislamiento social

Mantén el contacto con seres queridos y participa en actividades sociales para sentirte acompañado y apoyado.

Escribe tus pensamientos y emociones

Llevar un diario puede ayudarte a procesar y comprender mejor tus sentimientos.

Establece metas realistas

Plantearte objetivos alcanzables puede proporcionarte un sentido de logro y motivación.

Busca ayuda profesional si es necesario

Si la tristeza persiste o interfiere significativamente en tu vida diaria, es importante acudir a un psicólogo o terapeuta para recibir apoyo especializado.

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