La soledad no deseada: cómo prevenir un problema de salud mental

Pequeños cambios en nuestra actitud y dinámica social pueden prevenir el aislamiento y mejorar nuestra calidad de vida

La soledad no deseada: cómo prevenir un problema de salud mental

La soledad no deseada: cómo prevenir un problema de salud mental / LNE

Joaquín García Suárez

Joaquín García Suárez

Joaquín García Suárez es psicólogo

Cuando leemos sobre la soledad no deseada, nos impacta el inmenso dolor personal que conlleva, así como su repercusión en la salud pública y su alto coste social. Se trata de personas que mueren en absoluta soledad sin que nadie lo note o le importe. Es un fenómeno que representa un reto para nuestras sociedades avanzadas, pues constituye un riesgo de primer orden para la salud mental y supone un gasto de entre 12.000 y 14.000 millones de euros anuales solo en España.

Mi interés en esta reseña no solo radica en definir y analizar los fenómenos relacionados con la soledad no deseada, sino también en señalar sus causas generales y, sobre todo, aportar posibles soluciones y alternativas.

En España, aproximadamente el 14 por ciento de la población sufre soledad no deseada, independientemente del entorno (rural o urbano), la edad o la clase social. Este problema nos cuesta alrededor de 14.000 millones de euros anuales, lo que equivale a un 1,7 por ciento del PIB nacional. Más allá del impacto económico, lo más preocupante es el sufrimiento que genera esta situación. En particular, la soledad y el aislamiento en los adultos mayores presentan características especialmente dramáticas.

El Estudio Longitudinal de Harvard y sus Implicaciones

Para comprender científicamente la soledad, es necesario contar con herramientas homologadas y estructuradas. Uno de los estudios más relevantes es el Estudio Longitudinal de Harvard, que desde 1938 analiza la vida de diversos sujetos, tanto estudiantes de la Universidad como personas de barrios desfavorecidos de Boston, con el fin de identificar los factores que contribuyen a una "buena vida".

Este estudio, como otros similares, concluye que las relaciones sociales satisfactorias son un componente fundamental para el bienestar y la salud. A partir de esta evidencia, se puede inferir que la ausencia de dichas relaciones contribuye al desarrollo de factores de riesgo para una vida plena y saludable.

A continuación, ofrecemos algunas definiciones clave:

Soledad: Percepción emocional de la ausencia o insuficiencia de relaciones sociales satisfactorias.

Aislamiento: Situación objetiva en la que una persona carece físicamente de conexiones suficientes con la sociedad.

Cancelación emocional: Según el profesor Francisco Mora, es el "apagón emocional" o pérdida de motivación por actividades debido a desconexión con el entorno o pérdidas personales.

Evolución de la familia: Antiguamente, varias generaciones convivían en un mismo hogar, proporcionando una red de apoyo natural. En la actualidad, la movilidad laboral, las familias monoparentales y el diseño de las ciudades han reducido estas redes.

Redes de apoyo social: Relaciones con vecinos, amigos o compañeros de intereses que ayudan a combatir la soledad.

Las principales características de una red social saludable son las siguientes:

Densidad: Grado de cohesión dentro del grupo.

Amplitud: Número de integrantes de la red.

Homogeneidad: Diversidad dentro del grupo sin generar conflictos irresolubles.

Reciprocidad: Equilibrio entre lo que se da y lo que se recibe.

Satisfacción: Las relaciones deben ser una fuente de bienestar y motivación.

Relaciones Causales y Desarrollo

Es difícil determinar si la soledad es la causa o la consecuencia de la falta de relaciones sociales. En muchos casos, un evento desencadenante lleva a una espiral de aislamiento de la que es complicado salir. Sin embargo, se ha demostrado que contar con una red de relaciones satisfactorias ayuda a mitigar esta percepción de soledad y mejora la calidad de vida. Cada persona encuentra apoyo de manera distinta: algunos lo hallan en amigos y familiares, otros en grupos de interés, viajes o nuevas aficiones. Lo importante es fomentar redes de apoyo adaptadas a las necesidades individuales.

Soledad y Maltrato Percibido

Muchas personas experimentan la soledad como una forma de maltrato social, al no recibir el mismo nivel de atención que han brindado a otros. Esto puede llevar a una sensación de traición y a un aislamiento voluntario como mecanismo de defensa. La neuropsicología ha demostrado que las funciones que no se usan tienden a deteriorarse, por lo que es crucial mantener relaciones sociales activas para preservar el bienestar mental y físico.

Aislamiento Social y Redes de Apoyo

La riqueza de las relaciones sociales mejora el soporte emocional y físico de las personas. La clave está en fomentar espacios de interacción donde cada individuo pueda desarrollar redes de apoyo acordes con sus necesidades y circunstancias personales. Es fundamental promover una visión optimista: cada persona tiene la posibilidad de encontrar una red social adecuada si recibe la orientación y el apoyo necesario para construirla.

Conclusiones

El sufrimiento causado por la soledad no deseada, así como su impacto económico y social, podría reducirse con un mayor esfuerzo individual y colectivo en la creación de redes sociales saludables. A menudo, con pequeños cambios en nuestra actitud y dinámica social, podemos prevenir el aislamiento y mejorar nuestra calidad de vida. Es importante fomentar relaciones sanas y crear condiciones que favorezcan la interacción social. Como dice un proverbio escocés: "Una sonrisa da más luz que una bombilla y cuesta mucho menos". La clave está en contribuir activamente a construir vínculos significativos que enriquezcan nuestra existencia y la de los demás.

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