Pablo Argüelles, cardiólogo: “Los mensajes virales sobre el colesterol tienen peligro”

La teoría lipídica y el LDL elevado no son una conspiración para vender medicamentos

El peligro de los mensajes virales sobre el colesterol

El peligro de los mensajes virales sobre el colesterol

Pablo Argüelles García

Pablo Argüelles García

Vivimos en un mundo asolado por una inundación (des)informativa, y la medicina no es ajena a esta tendencia. Las redes sociales, los podcasts y los canales de YouTube están plagados de consejos, opiniones y teorías sobre salud y alimentación que, en muchos casos, resultan preocupantes. Una de las más populares sostiene que tener el colesterol LDL (el "malo") en niveles altísimos no supone ningún riesgo si se sigue una dieta cetogénica, ya que se suelen tener triglicéridos bajos y un HDL (colesterol "bueno") elevado. Es decir, que el colesterol malo solo sería dañino "a veces", y que ciertos perfiles lipídicos seguirían otras reglas distintas a las que conocemos. Este mensaje ha calado con fuerza, incluso entre algunos profesionales sanitarios, que se preguntan si deben recomendarlo. ¿Por qué sucede esto?

Sesgos y algoritmos.

La propia naturaleza de las plataformas digitales refuerza un sesgo sensacionalista que degrada la calidad del contenido hasta convertirlo en desinformación. Si un neumólogo publica un vídeo explicando que el tabaco es malo, el algoritmo no lo promocionará: es lo de siempre, ya hay otros cien diciendo lo mismo. Pero si publica uno titulado "La gran mentira del tabaco: ¿es tan malo como quieren hacerte creer?", y defiende que fumar no es perjudicial salvo que seas diabético, su mensaje se viralizará. ¿Por qué? Porque es único, disruptivo y llama la atención. Además, actúa un segundo filtro: el sesgo de confirmación. Quien fuma y no quiere dejarlo se sentirá reconfortado al escuchar a alguien, con bata o sin ella, decir que en realidad no es tan grave. Y se lo creerá con más facilidad.

El LDL no es culpable "por asociación"; Es culpable por causa.

Los lectores de LA NUEVA ESPAÑA recordarán que el LDL no sólo se asocia al riesgo cardiovascular, sino que es causa directa de aterosclerosis (la formación de placas en las arterias que puede provocar infartos, ictus…). Esta afirmación no es una opinión, sino una certeza avalada por décadas de evidencia científica. Estudios epidemiológicos, ensayos clínicos y, sobre todo, estudios de aleatorización mendeliana han demostrado que cuanto más bajo es el LDL, menor es el riesgo cardiovascular. Y esto se cumple aunque tengas HDL alto, triglicéridos bajos o andes descalzo sobre la hierba.

¿Por qué hay estudios que parecen demostrar lo contrario?

Es cierto que algunos mensajes en redes provienen de personas sin formación médica, que interpretan mal la literatura científica. Pero también hay médicos o biólogos que, en busca de notoriedad, promueven ideas provocadoras. El problema es que las conclusiones científicas no se extraen con la facilidad de una suma (2+2=4): no basta con leer un titular. Tomemos un ejemplo real. Un estudio reciente –el Keto Trial– seleccionó a 80 personas que llevaban casi cinco años siguiendo una dieta cetogénica. Tenían un LDL medio de 272 mg/dL, HDL alto y triglicéridos muy bajos. Se les realizó un escáner coronario y se comparó su salud arterial con la de otras 80 personas (grupo control) con un LDL medio de 123 mg/dL. El resultado: no se hallaron diferencias significativas en la cantidad de placa en las arterias. ¿Significa eso que la teoría lipídica está equivocada? No. El propio estudio reconoce varias limitaciones importantes: el tamaño muestral era pequeño (lo que aumenta el riesgo de no detectar diferencias reales), el grupo control tenía un IMC medio superior (25,8 frente a 22,5), y un tercio de los controles tomaban medicación hipolipemiante, cosa que no ocurría en el grupo cetogénico. Además, no se midió la ApoB, un marcador más preciso que el LDL. Y, lo más importante: era un estudio transversal, una fotografía, no un vídeo. No sabemos qué pasará en 10 o 20 años.

¿Por qué nadie chupa uranio y, en cambio, hay quien fuma?

Tras Chernóbil, los primeros liquidadores murieron en días. Los efectos de la radiación eran fulminantes. El LDL elevado no actúa así. Es más lento, da una falsa sensación de seguridad. Uno puede tenerlo alto durante años sin síntomas… hasta que aparece la enfermedad. Como el tabaco. Lo peligroso no es un pico puntual, sino mantener el LDL elevado a lo largo del tiempo. La placa de aterosclerosis se forma poco a poco, silenciosa pero constante.

Calma y cautela.

Como dice el profesor Carlos López-Otín, "la ciencia tiene su propia velocidad y hay que respetarla". No avanza a golpe de likes. Requiere tiempo, revisión, réplica, consenso. La salud no admite atajos ni dogmas. La teoría lipídica y el LDL elevado no son un mito, ni una conspiración para vender medicamentos. Es un factor de riesgo real, demostrado, y, afortunadamente, modificable.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents