Opinión
Arritmias y chocolate
La hipertensión, la diabetes, la obesidad, la apnea del sueño o el consumo excesivo de alcohol aumentan el riesgo de cardiopatías

Arritmias y chocolate / LNE
En condiciones normales, el corazón late como un motor de dos tiempos: primero se contraen las aurículas (el "piso superior") y luego los ventrículos (el "piso inferior"). La separación entre los latidos es constante, generando un pulso rítmico que marca, sin que lo notemos, el compás de nuestro día a día.
Sin embargo, en ocasiones, ese compás puede romperse. Sentimos entonces que el corazón late de forma irregular. En la mayoría de los casos, se trata de un simple latido extra, un pequeño sobresalto sin trascendencia. Pero hay arritmias que no son tan inocentes y pueden poner en riesgo nuestra salud si no se diagnostican y tratan a tiempo.
La fibrilación auricular es la arritmia sostenida más frecuente en todo el mundo. Su principal factor de riesgo es la edad. En las primeras décadas de la vida es rara, pero a medida que cumplimos años se vuelve más común: por encima de los 80 años, más de un 15 por ciento de la población la padece.
¿Qué es la fibrilación auricular?
En la fibrilación auricular, las aurículas dejan de contraerse y tan solo tiemblan –fibrilan–, mientras los ventrículos siguen latiendo de forma normal. Este temblor se origina por una actividad eléctrica anómala en la aurícula izquierda, cerca de la desembocadura de las venas pulmonares. Los pacientes con dilatación de esta aurícula tienen mayor probabilidad de desarrollar la arritmia y también de recaídas tras un primer episodio. De la misma manera, factores como la hipertensión, la diabetes, la obesidad, la apnea del sueño o el consumo excesivo de alcohol aumentan el riesgo arrítmico.
Una "chocolatera" que deja de remover.
La fibrilación auricular presenta dos peligros fundamentales: por un lado, favorece la formación de trombos y, por otro, puede acelerar de forma descontrolada la frecuencia cardiaca. Imaginemos la chocolatera de una cafetería en la que la hélice que remueve el chocolate se detiene. Si no volvemos a ponerla en marcha, o adelgazamos el chocolate añadiendo leche, se formarán grumos. Lo mismo ocurre cuando las aurículas dejan de moverse: la sangre se estanca y pueden formarse coágulos capaces de viajar a una pierna, un brazo o el cerebro, causando un ictus. En medicina, la leche que adelgaza el chocolate son los anticoagulantes orales, fármacos que hacen que la sangre se vuelva más fluida, reduciendo así el riesgo de trombos. En cuanto al segundo problema, en la fibrilación auricular las pulsaciones pueden dispararse sin control: un paciente sentado puede superar sin darse cuenta 150 latidos por minuto. Si no se frena a tiempo, el corazón se fatiga y llega la temida insuficiencia cardiaca. El tratamiento puede seguir dos caminos: recuperar el ritmo normal (control del ritmo) o mantener la fibrilación pero evitar que se acelere (control de frecuencia). En el primer caso, se utilizan fármacos antiarrítmicos o una descarga eléctrica, realizada con el paciente sedado, que devuelve el latido a su ritmo sinusal. En el segundo, los medicamentos actúan como el limitador de velocidad de un coche: por mucho que la arritmia pise el acelerador, el fármaco impide que el motor se dispare.
Ablación: "quitar" la arritmia.
En los últimos años, los avances en electrofisiología han abierto la puerta a tratamientos curativos. Las llamadas técnicas de ablación permiten tratar las zonas del corazón donde se origina la fibrilación, utilizando calor (radiofrecuencia), frío (crioablación) o impulsos eléctricos de alta precisión (electroporación). El arritmólogo introduce un catéter desde la pierna y logra llegar hasta el corazón para inhabilitar el tejido responsable de la arritmia. En muchos pacientes, esta intervención supone el final de años de episodios recurrentes y la recuperación de un ritmo estable.
¿Cuándo consultar?
"Debemos sospechar que algo va mal si notamos palpitaciones, un ritmo irregular o sensación de falta de aire. En algunos casos, la fibrilación auricular pasa desapercibida para el paciente y, en estos casos, pueden desempeñar un papel importante los modernos relojes inteligentes, que cuentan con avanzados algoritmos capaces de una detección precoz de arritmias con notable precisión. La consulta debe realizarse por urgencias si las palpitaciones se acompañan de dolor torácico, falta de aire intensa, mareo o desmayo. De igual modo, no hay tiempo que perder si aparece debilidad en un lado del cuerpo, dificultad para hablar, pérdida de visión o desequilibrio, signos que pueden anunciar un ictus.
Como resumen, cabe señalar que, en cuestión de arritmias, el tiempo no solo es oro: también es vida.
Suscríbete para seguir leyendo
- Más de 43.000 personas se examinarán el fin de semana en Gijón para optar a 1.068 plazas de empleo público
- Consternación por la muerte de 'Nacho el vasco', el ciclista arrollado en Soto del Barco: un deportista muy querido en el mundo del triatlón asturiano
- La Seguridad social confirma el adelanto de 5 años de la jubilación, incluso a aquellos trabajadores que no hayan llegado a los 37 años cotizados
- La Universidad de Oviedo se deshace de un piso en el centro de la capital y lo pone a la venta: más de 100 metros cuadrados y tres habitaciones
- Aterriza en Lidl la mopa limpiavidrios extensible que deja las persianas exteriores como recién compradas: tiene precio rebajado
- Lidl está arrasando con un aspirador low cost que limpia desde el suelo hasta persianas o el jardín: en venta por tiempo limitado
- El futuro del parking de La Escandalera de Oviedo: tres plantas, 565 plazas y una empresa que toma ventaja
- Te vamos a echar de menos, amigo': la sentida y cariñosa despedida del club ciclista de Pravia del compañero muerto arrollado en la carretera en Soto del Barco
