Trastornos de alimentación, más que un problema con la comida

Un 25% de los casos se cronifica y entre un 5 y un 18% fallecen por inanición o suicidio

anorexia

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Esther Blanco y Andrés Calvo | Directores de Clínica Persum (Oviedo) | BeContent

Los trastornos de la conducta de alimentación son patologías graves que afectan principalmente a mujeres. Su inicio se sitúa entre los 13 y los 18 años. De larga evolución y con gran repercusión personal y familiar. De costoso tratamiento si el diagnóstico se hace de forma tardía: hoy sabemos que un 25% llegará a una recuperación completa, un 50% disfrutará de un funcionamiento razonablemente mejor, pero un 25% se cronificará y un 5-18% morirá por inanición o suicidio. De forma concomitante suelen presentar depresión, ansiedad, trastornos del control de impulsos, adicciones, trastornos obsesivos y fobia social.

La anorexia y la bulimia se presentan como trastornos de la ingesta, aunque mejor podrían ser denominados trastornos de la regulación emocional: llenar el vacío, dar un “sentido a la vida”, equilibrar la maltrecha estima, disminuir la vulnerabilidad, salir del dolor emocional de no saberse entendida, ejercer un mayor dominio sobre las emociones y sus vidas, complacer a los suyos y alcanzar la perfección. La alternativa para alcanzarla pasa por ejercer un poderoso control sobre la alimentación, siendo el cuerpo el medio para demostrarlo.

Si bien es cierto que existen factores socioculturales relativos a la delgadez y el ejercicio físico, se trataría de una patología de etiología multifactorial donde los factores hereditarios actuarían como factor predisponente.

El perfil del paciente con anorexia sería una joven con características de introversión, perfeccionismo, alta persistencia y rigidez. Adolescentes evitativas, incluso fóbicas sociales y obsesivas, muy responsables, eficaces en sus estudios, con ciertas dificultades para las relaciones sociales y con tendencia a la ansiedad y al control de las emociones. Provienen de familias muy rígidas, estructuradas y con alto valor por el estudio, la supresión del mundo emocional en beneficio del racional. Alto control sobre los miembros de la familia y mayores rasgos narcisistas.

El fenómeno de la bulimia y la llamada anorexia-purgativa, ocurren principalmente en jóvenes con características diferenciadas de las anteriores: extroversión y mayor impulsividad, inestabilidad emocional, agresividad, hostilidad, resentimiento, déficit de autoidentidad, cambios anímicos intensos, reactivas, con intensos sentimientos de vacío, egocentrismo, apatía y fenómenos distímicos.

Las conductas alrededor de la mesa son las que pueden resultar más evidentes: miedo a engordar, inicio precoz de dietas, deseos constantes por perder peso, evitación de situaciones sociales en las que se exponga la corporalidad e intentos constantes por comer a solas, hiperactividad y ejercicio compulsivo.

Aunque no existe una familia “prototipo” alrededor de la mesa, sí existen diferentes factores a tomar en consideración: sobreprotección, rigidez, evitación del conflicto, aislamiento, preocupación por las apariencias, perfeccionismo, alto grado de competitividad y tendencia negadora de los problemas emocionales. Presión por mantener un ideal de familia que incluye los aspectos físicos y alimenticios.