En la cocina hay muchos elementos que se acaban desechando, incluso a menudo nos confundimos y tiramos lo que en realidad sigue siendo muy útil. Muchas de las sobras, muchos de los restos que no nos comemos, ya no los utilizamos, y pueden ser muy útiles para otras cosas como limpiar la casa o ayudar a nuestro jardín.

Esto puede aplicarse al agua de cocción del arroz. Cuando cocines el arroz, no tires el agua por el fregadero sino que guárdala porque no es para nada un desperdicio, al contrario, es un recurso muy importante.

Contiene antioxidantes, grandes cantidades de vitaminas del grupo B y minerales como hierro, potasio, zinc, magnesio y ácido fólico. Se puede almacenar en la nevera para conservarlo.

Con esta agua se pueden hacer muchas cosas: la primera es lavar los platos. Sí, si la vajilla y los platos que tienes amontonados en el fregadero no están muy sucios, puedes utilizar sólo el agua de la cocción del arroz y una esponja para limpiarlos.

Lo segundo que puedes hacer es utilizarlo para eliminar el olor a pescado. En algunos países existe la costumbre de preparar el pescado con fuerte olor con agua de arroz para mitigar el hedor. Este es el caso de la caballa. Si la dejas en remojo durante unos 30 minutos, quedará más suave, menos salada y eliminará el olor.

La tercera cosa que puedes hacer es utilizar esa agua como abono natural para tus plantas. Por supuesto, no puede contener sal porque entonces acabaría con ellas. Es una fuente muy rica de nutrientes para las plantas y podrás utilizarlo para regarlas.