Los polesos se preguntan desde la primera hora de ayer quién ha tenido la brillante idea de decorar a base de ganchillo una de los puntos más emblemáticos de la localidad. La famosa estatua de los bailarines, varios árboles y los numerosos bolardos colocados en varios puntos de Les Campes aparecieron teñidos de colorido a base de creaciones de lana y ganchillo, pero la identidad de los autores es todo un misterio.
Sin embargo, según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, se trata de una iniciativa de "Urban Knitting", movimiento que reivindica los valores de tejer en la ciudad con intervenciones artísticas, que, en este caso, surgió de la manera más espontánea. Un grupo de mujeres que se dedica a este tipo de actividades en su tiempo libre estaban tomando algo en las terrazas hosteleras de las sidrerías de la zona cuando, de repente, tuvieron la brillante idea de "colorear" un entorno especialmente apagado. "Estaban tomando algo y al ver que los bolardos eran tan feos decidieron ponerse manos a la obra para decorarlos", indica una fuente anónima, pero muy cercana a las misteriosas ganchilleras.
Las artistas rechazan dar la cara públicamente, pero se muestran dispuestas a seguir ahondando en la curiosidad de los polesos. No aportan sus nombre completos, pero sí una serie de iniciales con las que invitan a los vecinos a seguir haciendo cábalas. R. P., A. D., A. C., P. I., V. F., P. O., L. G., M y A son los escuetos datos aportados por las protagonistas de este cambio estético que sorprendió a cientos de personas que se acercaron a Les Campes en la mañana del domingo para tomar unas sidras.
