La Consejería de Derechos Sociales abrirá tras el verano la nueva residencia pública de personas mayores de Lugones, que ha supuesto una inversión de 7,5 millones y contará con 120 plazas y una plantilla de 53 trabajadores.
El proyecto fue diseñado por la UTE formada por los arquitectos Roman Villasana, Izaskun Bilbao y Miguel Rubio. Se trata de un equipamiento muy demandado por los vecinos, que se suma a una red pública con otros 26 centros de gestión directa. A falta de dotarlo con el mobiliario interior, el edificio llama la atención por su luminosidad y sus vistas. “En este proyecto intentamos que la gente pueda vivir los espacios exteriores e interiores y dar más calidad de vida, hay usuarios que no están en las habitaciones y queremos que puedan decidir dónde quieren estar”, explica Víctor Vigil Gato, arquitecto de la oficina técnica de Establecimientos Residenciales de Asturias (ERA).
Para lograr este objetivo, se ha habilitado un área de paseo en la entrada del edificio, en forma de plaza, diseñada para que las personas mayores puedan pasear por ella a diario.
El inmueble tiene una amplia zona de aparcamiento en el semisótano, donde también se ubican el almacén y los vestuarios. En la planta baja se sitúa la recepción, un comedor, la cafetería y varias salas de usos múltiples donde se ofrecerán servicios como peluquería, podología, fisioterapia y gimnasia.
En los dos pisos superiores se distribuyen 86 habitaciones, de las cuales el 60 por ciento son individuales y el 40 por ciento restante, dobles. “En los nuevos proyectos como este ya intentamos que al menos la mitad de las habitaciones sean individuales”, explica Vigil. Cada planta tiene su propio comedor y varias salas polivalentes. Las zonas de esparcimiento del centro se completan con una amplia terraza a la que se accede desde la primera planta.
El edificio tiene placas solares y recuperadores de calor para aumentar la eficiencia y reducir el consumo. “Se ha cuidado la orientación y el aislamiento externo de la fachada para dar mayor confort al usuario”, añade el arquitecto.
Según Vigil, la pandemia ha replanteado el diseño de las futuras residencias. “La siguiente que hagamos no se parecerá a esta porque el objetivo es ir hacia un modelo con más módulos y zonas independientes para posibilitar el aislamiento de los residentes . También habría que dar una vuelta al diseño de las zonas de visita de los familiares”, concluye.