El plan de movilidad sostenible que Siero va a desarrollar inicialmente en Lugones –se extenderá luego a otras zonas del municipio- es una iniciativa pionera en Asturias en cuya aplicación el gobierno local está volcando esfuerzo y recursos. La propuesta ha atraído incluso el interés del Principado: el propio viceconsejero de Infraestructuras, Jorge García, ha asegurado que confía en que el concejo sea un ejemplo para otros, “el espejo en el que puedan mirarse” más territorios en un futuro a corto plazo para la puesta en marcha de estas experiencias coincidentes con los objetivos europeos en la materia. El proyecto sierense, que incluye como una de sus puntas de lanza la implantación de una extensa red de carriles bici, está planteado desde diversas ópticas y cuenta con grupos de expertos para garantizar su correcto diseño y aplicación. Entre ellos, se encuentra un equipo de la Universidad de Oviedo para el análisis de las repercusiones sobre la salud de los ciudadanos que supondrá la adopción de las medidas impulsadas por el Ayuntamiento en el que es el núcleo urbano más poblado del concejo. 

“Hicimos un equipo de expertos previo a presentar el plan, para analizarlo bien, ver si había algo que mejorar y ahí hemos incorporado a un equipo de la Universidad de Oviedo para realizar un estudio de cómo estas medidas, uso de la bicicleta, trayectos a pie, etcétera, afectan a la salud de los ciudadanos, cómo puede influir pasado un tiempo. Habrá también un trabajo relacionado con los hábitos de alimentación, el número de estancos de la localidad… Son diversas cuestiones que completarán la iniciativa con un trabajo que creo que es muy interesante”, apuntó el alcalde de Siero, Ángel García.

El proyecto para el desarrollo de los carriles bici de Lugones, una iniciativa que convertirá a la localidad “en la ciudad con mayor proporción de este tipo de rutas” en relación a su población, prevé 14 kilómetros de sendas ciclables, el doble de lo que inicialmente estaba previsto. No solo será posible recorrer el núcleo urbano de punta a punta sin bajar de la bicicleta, sino que los recorridos se extenderán con conexiones hacia otros puntos como La Fresneda o Parque Principado, en Paredes, e incluso con un trayecto hasta Oviedo.

El trazado de las rutas ciclables que tendrá Lugones

P

Carriles bici

Aparcabicis (módulos cerrados)

Aparcamientos disuasorios

Polígono

de Silvota

La Fresneda

P

AS-17

Parque de

La Cebera

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Estación de Renfe

P

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P

LUGONES

AS-II

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A-66

P

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Viella

La Corredoria

Parque

Principado

El trazado de las rutas ciclables que tendrá Lugones

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Carriles bici

Aparcabicis (módulos cerrados)

Aparcamientos disuasorios

Polígono

de Silvota

La Fresneda

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AS-17

Parque de

La Cebera

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Estación de Renfe

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LUGONES

AS-II

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A-66

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Viella

La Corredoria

Parque

Principado

El diseño se ha realizado teniendo en cuenta, entre otras cuestiones, las conclusiones que arroja el estudio previo realizado acerca de los desplazamientos que se realizan en Lugones y los sistemas de movilidad actualmente empleados para ello. A finales del año pasado, el Ayuntamiento encargó a una empresa especializada un trabajo al respecto, basado en una encuesta para analizar todos estos aspectos. Entre los resultados, datos tan significativos como que el 17 por ciento de los trayectos que se producen en Lugones son dentro del propio núcleo urbano utilizando el vehículo para ello.

“Ha llamado la atención del propio equipo redactor del trabajo. Que un 17 por ciento de los desplazamientos que se hacen sean internos y se use el coche es un porcentaje muy alto teniendo en cuenta que Lugones tienes una extensión de 5,8 kilómetros cuadrados, que es completamente llano y que la distancia de un punto a otro de sus extremos apenas puede llegar a los tres kilómetros. Por tanto este es el dato más significativo quizás en negativo, por decirlo de alguna manera, en cuanto a que es poco sostenible el tipo de movilidad actual”, señala el Alcalde. 

El estudio arroja otros datos de interés a la hora de determinar dónde es necesario actuar. El destino principal de los trayectos generales que se realizan desde Lugones es Oviedo y los motivos son trabajo, realización de gestión o desplazamientos de estudiantes. Le siguen Gijón y Llanera –apenas hay recorridos a la Pola, por ejemplo- y, en conjunto, el tiempo medio de los viajes en más de la mitad de ellos es inferior a 15 minutos. El método de transporte utilizado es mayoritariamente el vehículo privado, en un 80 por ciento de los casos aproximadamente. El uso del autobús es mínimo (8 por ciento), al igual que ocurre con el del tren (7 por ciento). De “residuales” se califican los desplazamientos peatonales (un tres por ciento) y también los que se efectúan en bicicleta (un uno por ciento).

El plan para Lugones aborda también la implantación de unas 500 plazas de aparcamiento “disuasorias”, esto es, orientadas a la disponibilidad de estacionamientos para que se deje el vehículo y se opte por sistemas de movilidad sostenible. No obstante, el trabajo de campo realizado entre la población de la parroquia sierense permite concluir que la mayor parte de los vecinos que participaron en la muestra –se realizaron 406 encuestas- dispone de una plaza propia, pese a que usa habitualmente alguna de las disponibles en la calle.

Según el estudio, el 74 por ciento de los encuestados posee una plaza de garaje en propiedad o en alquiler, pero un 25 por ciento de ellos usa para el estacionamiento durante el día alguna de las existentes en las vías públicas.

El plan de Lugones toma como base todas estas circunstancias y el criterio de los grupos de expertos de distintas disciplinas incorporados a un proyecto de vanguardia en Asturias, que pretende que la localidad pase de ser un cruce de caminos y de vías de comunicación donde el tráfico es protagonista –y la polución que conlleva- a ser un referente en movilidad sostenible y medioambiente en el que el peatón recobra el disfrute de un núcleo urbano donde además crecerán de manera notable las áreas verdes y de ocio. Desde el Ayuntamiento, al margen de la mejora del parque de La Cebera, pulmón de la localidad, se ha anunciado otro proyecto para la creación de “microbosques” en la parroquia, con la previsión de plantar 800 árboles en lo que resta de mandato.

Hay, tras todos estos planteamientos, un triple reto. “Los objetivos políticos del plan no solo son mejorar la calidad del aire con la reducción del tráfico en Lugones. Ese es uno de ellos, por supuesto. Otro es el combate contra el cambio climático, cumplir con los objetivos que se van fijando, con un tiempo de adaptación, y que son cero emisiones de CO2 en 2050 y reducirlas en un 55 por ciento para 2030, que puede parecer lejano, pero apenas faltan 9 años. Además, está la cuestión fundamental de la salud y por eso hemos incorporado a un equipo de la Universidad de Oviedo para trabajar en cómo estos hábitos de movilidad, en bici y a pie, y otros factores tienen una repercusión positiva directa sobre la población. Estos son tres de los principales, aunque otros, tampoco menores en cuanto a su contribución a la mejora de la calidad de vida, como la reducción del ruido o el incremento de la seguridad en lo que respecta, por ejemplo, al tráfico y a la circulación por la localidad”, explica el Alcalde. 

El proyecto de los carriles bici de Lugones es susceptible de ser financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional para la implementación de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI), si bien el Ayuntamiento está aportando recursos propios a dar impulso a la iniciativa.