Vestidos para la ocasión, con las protecciones debidas y armados con sables y escudos de diversas épocas, los miembros de la Asociación Histórica de Esgrima aparecieron hace unos días en el patio del IES Río Nora para batirse en duelo. No buscaban un método de la vieja escuela para resolver algún tipo de agravio sino enseñar a los alumnos del instituto la evolución de la lucha a espadas durante la antigüedad, llegando incluso a realizar pequeñas dramatizaciones de las peleas: “Esto es como lo de las series”, bromeaban los más interesados.
Más de un centenar de alumnos separados por la distancia de seguridad, miraban atentos a los miembros del colectivo. Su representante, Pelayo Mejido, explicaba que el objetivo era “hacer una pequeña exhibición para mostrar nuestro arte, nuestra forma de entender la esgrima”.
Según transmitieron a los jóvenes, “para nosotros es un arte marcial y no un deporte”. Por ello, huyen de “la competición” y lo que les motiva es recurrir “a fuentes históricas para reproducir cómo era el combate en la antigüedad”. Su muestra se centró precisamente en “la edad media, el renacimiento y la edad moderna”.
Arma por arma, fueron explicando la época y cómo se empleaba cada una de ellas. Seguidamente celebraron un combate en el que se mostraba de forma práctica la técnica. Algunos alumnos incluso se animaron a participar de forma activa, saliendo a sujetar los sables, que en ocasiones, les superaban en altura.
Fue la de ese día una actividad que sirvió para acercar a los jóvenes a la historia desde otras perspectivas y que también propició que se “superaran ciertos tópicos” en torno a las armas; algo que generó gran interés entre los alumnos.