Corría el año 1987 cuando a La Fresneda llegaron los primeros moradores. La urbanización era un proyecto residencial de futuro dotado de amplias zonas verdes e incluso de un club que prometía todo aquello que se requería para una buena calidad de vida, particularmente para la crianza de los niños: libertad, deporte y buenas amistades. Fueron algunas de las cosas que atrajeron a Juan Luis Rodríguez-Vigil, expresidente del Principado de Asturias, cuando recaló en este enclave sierense hace 34 años. Ayer fue uno de los participantes en el Conceyu Abiertu celebrado en la tarde de ayer en el Centro Cultural La Fresneda, organizado por el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA y moderado por la escritora Ana García de Loza.

¿Cuál ha sido el secreto de La Fresneda en estas décadas? Casilda Sabín, presidenta del colectivo Inclusión Plena en Asturias y también participante en el foro, lo resumió así: “Calidez y calidad”.

El alcalde de Siero, Ángel García, en primera fila. | Marcos León

La Fresneda y sus habitantes tienen su propia historia. Sin ser del todo un terreno yermo, el lugar no tenía ni de lejos la vida que hoy transmite antes del desarrollo de la urbanización. Sus números recientes son estos: 4.446 personas (cifra del año 2019) y 1.640 viviendas. Una anécdota de esa historia aportada por el geólogo Álvaro Álvarez: en 2003 hubo una gran avería de telefonía y, a raíz de ello, algunas personas se sentaron a hablar. Así nació la tertulia “La Fresneda”, hoy un referente cultural en la localidad.

“Vivir en La Fresneda es un placer; es un ente vivo siempre en vías de solución”

Ana García de Loza - Escritora

Por lo escuchado ayer puede decirse que todos los vecinos se consideran artífices “orgullosos” –sobre todo los primeros en llegar– de lo que hoy es la urbanización más grande de Asturias y el tercer núcleo de población de Siero.

Jesús López Olivares, exdirector comercial de la constructora Los Álamos (Grupo Orejas) y vecino de La Fresneda, también presente en la mesa de ayer, recordó cómo se desarrolló el proyecto residencial y cómo emergió la primera hilera de chalés , cuando “todo era “prao”. “Tardamos siete años en sacar adelante el proyecto, tuvimos que luchar contra la crisis y la animadversión de algunos políticos. En enero de 1986, cuando lo aprobó el Ayuntamiento de Siero, metimos la primera máquina”.

En 1979 se habían comprado las primeras parcelas, que sumaban un total de 2 millones de metros cuadrados. Aunque no siempre llueve al gusto de todos: algunos de los vecinos del pequeño pueblo del que la urbanización toma el nombre quedaron conformes con aquella primera transacción, como lamentaron tras la charla de ayer.

“Tengo la satisfacción de un trabajo bien hecho”

Jesús López Olivares - Exdirector comercial de Los Álamos

Luego se comenzó con las construcciones: entre el 20 de junio y el 20 de julio de 1987 se entregaron ochenta chalés pareados y seis o siete aislados Y así comenzó la urbanización. “Yo compré con cierta cautela, porque me advirtieron de que me podía verme solo viviendo aquí”, comentó Rodríguez-Vigil. Ocurrió todo lo contrario: cada vez hay más habitantes y mayor demanda de servicios. Por eso, la urbanización –en la que, según Casilda Sabín, “es fácil ir por la calle y saludar” -– encara toda una serie de retos de futuro relacionados con el medio ambiente o la inclusión.

“Cuando llegamos aquí, había un profundo respeto por el medio ambiente. Nos gustaría que eso se mantuviera”, afirmó, rotundo, el geólogo Álvaro Álvarez. Y reconoce que es comprensible que La Fresneda siga creciendo. Aunque aún hay escollos: le preocupa que pierda su razón de ser, que es la calidad del entorno.

“Esta urbanización es un sitio muy cómodo para vivir”

Juan Luis Rodríguez-Vigil - Expresidente del Principado de Asturias

En este sentido, el exdirectivo de los Álamos Jesús López Olivares afirmó que se cumplen a rajatabla las obligaciones medioambientales, pero que siempre hay cuestiones que pueden mejorarse. Se hacen mediciones periódicas de ruidos, aunque “por el sitio más inesperado, se les cuela alguna cosa”. En su opinión, es importante que se sigan vendiendo casas. Después de la pandemia hubo 35 nuevas familias que eligieron instalarse en la urbanización, atraídas por la calidad de vida que destacaron los ponentes del “Conceyu abierto”. Por eso, los proyectos futuros de construcción tienen que ser eso: futuros.

“Desde el Ayuntamiento, tienen en su mano que cualquier ampliación se haga de manera armónica y actual, en relación con la población que hay y con la que pueda llegar”, afirmó Rodríguez-Vigil. Es decir, que para el expresidente asturiano “sería malo repetir mecánicamente procedimientos actuales”, en una construcción de viviendas que no sea respetuosa con el entorno y con sistemas obsoletos. Luego, a su juicio, el planteamiento urbanístico que se haga para la posibilidad de ampliación de la urbanización tiene que seguir una serie de directrices orientadas en ese sentido.

“Es un lugar que tiene dos cosas muy importantes: calidez y calidad”

Casilda Sabín - Presidenta de Plena Inclusión Asturias

El alcalde de Siero, Ángel García, presente en la conferencia, recogió el guante: “La Fresneda tiene que ser un proyecto integrador. Me gustaría conocer el sentir general de los que vivís aquí, porque quiero que lo que se haga responda a lo que piden los vecinos”. La respuesta de Casilda Sabín fue clara: “No me gustaría que se convirtiera en el lugar del que me he ido (Avilés). El crecimiento excesivo puede producir pérdidas. No sé si me gustaría un lugar con demasiadas conexiones y tráfico”.

Asistentes ayer al Conceyu Abiertu en el Centro Cultural La Fresneda. | M. L. Inés GAGO

Para el expresidente regional Juan Luis Rodríguez-Vigil, el crecimiento debe ser ”acorde con las demandas actuales”. Añadió que implementar los transportes es un factor clave para el futuro desarrollo de La Fresneda. El hecho de que existan carencias en el servicio de autobuses y de que en la actualidad no haya una conexión peatonal directa con Lugones empeoran la calidad de vida. No obstante, esto mejorará una vez que esté construida la conexión entre dos de los núcleos más poblados de Siero. Por su parte, López Olivares habló de “nuevos productos” e “innovación” en las construcciones.

Casilda Sabín ve otra barrera que hay que superar en la urbanización: la accesibilidad para las personas con algún tipo de discapacidad. Para ella, que ha hecho de su experiencia familiar –tiene un hermano con una discapacidad– su forma de ver el mundo, es imprescindible que haya garantías en la inclusión plena de todas las personas en las viviendas y en el diseño urbanístico. Puso un ejemplo: cuando se rompió un tobillo se pasó 36 días durmiendo en el sofá porque no podía subir las escaleras.

“La Fresneda nos salvó este año de pandemia: nos daba vida”

Álvaro Álvarez - Fundador de la Tertulia Cultural “La Fresneda”

Si algo celebra Rodríguez-Vigil es la “razonabilidad de este alcalde”, dijo en alusión a Ángel García. En el pasado, la urbanización era vista por los responsables municipales como un lugar del que extraer recursos, sin ningún retorno. Esta idea la reforzó Álvaro Álvarez, al destacar cómo se ha peleado por cada marquesina de autobús, apareciendo un tejido asociativo vecinal que ha ganado enjundia con la expansión de La Fresneda y siempre con la mirada puesta en el respeto al entorno en el que vivían.

“La Fresneda es un organismo vivo y vamos a intentar que crezca de la forma más natural y posible” , concluyó la moderadora del debate, la escritora Ana García de Loza. Todos coinciden: es un placer la vecindad, la intimidad y caminar por los espacios verdes, y por eso, deben conservarse. El debate, por ahora, sigue sobre la mesa: ¿Debe crecer la urbanización de La Fresneda? Pero en lo que todos los participantes concluyeron es que, de hacerse, tiene que ser mirando hacia el futuro: inclusivo y con respeto al medio ambiente.