Un hórreo, una carpa y una casa junto a una carretera. Es el punto neurálgico de Ferrera de Arriba, en Siero, donde la vida social del pueblo gira en torno a la Fundación Consuelo Suárez Fonseca. Este colectivo lleva 23 años promoviendo actividades culturales, lúdicas y folclóricas, gracias a la donación de las instalaciones al pueblo que, en 1998, realizó la vecina que da nombre a la fundación.
“Tiene la peculiaridad de que lo hizo en vida, con 91 años, en total posesión de sus facultades. Quería que el pueblo lo disfrutara”, explica la presidenta del colectivo, Carmen Riesgo. A partir de ahí, los vecinos se juntaron, “hicieron una sextaferia para ponerlo todo en condiciones”, y se constituyó la fundación.
Destaca en sus instalaciones el museo del hórreo en miniatura, fundado en 2008, que ya duplica el número de piezas que tenía originalmente (38) y sigue creciendo gracias a compras y donaciones. “Es de la poca actividad que pudimos mantener este año, las visitas guiadas al museo, en grupos reducidos”.
Pronto esperan recuperar la normalidad: las fiestas de San Juan, la de San Martín, las charlas y los talleres, los corderos a la estaca... Que la vida vuelva al pueblo y este encuentre en la fundación su consuelo.
