La Nueva España de Siero

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El Carmín ya tiene cartel: uno que va “al origen”, homenajea a las familias y tiene firma polesa

El artista Jorge Fernández Valdés, que vive en Madrid, es el autor del diseño que promociona este año las celebraciones

Jorge Fernández, autor del cartel del Carmín. | R. I. G.

Jorge Fernández Valdés (Pola de Siero, 1990) aprendió a pintar imitando a su madre, Queti Valdés. Ella lo hacía como hobby; un mero entretenimiento para colmar su casa de los colores más alegres. Una vez que tuvo todas las paredes llenas, paró. “Fue por mero entretenimiento. Lo hace para nosotros, nunca pensó en venderlo ni nada por el estilo”, explica el artista, que se encargó de diseñar este año el cartel para las fiestas del Carmín para una Sociedad de Festejos que está de estreno (con la nueva directiva, desde finales del pasado año).

Pronto, las obras de Jorge también empezaron a ocupar un sitio en las paredes de su casa. Todo apuntaba a que había sacado los mismos genes de artista de su madre: iban a restaurantes y él llenaba de garabatos los manteles de papel de las mesas. Viendo que dibujar era lo que más le gustaba, le apuntaron a clases de pintura. Fue un acierto: a los 18 años se estaba yendo a Bilbao para estudiar Bellas Artes “porque en Asturias no había esa carrera”.

Por la izquierda, David Cimadevilla, la edil Ana Rosa Nosti, Elena Díaz, Faustino Prieto y Lucía Noval, ayer, durante lapresentación del cartel del Carmín. | Andrés Illescas Andrés ILLESCAS

Precisamente, fue en esa época cuando le llamaron para diseñar por primera vez el cartel de las fiestas del Carmín. “No tiene nada que ver con el de ahora. Aquello fue un óleo sobre lienzo, que luego digitalicé. En este caso, ya lo hice todo directamente digital, y tiene mucho que ver con el momento que estamos viviendo ahora”, señala por teléfono desde Madrid, donde ahora vive. Aunque reconoce que no es el cartel que le hubiera gustado hacer - al representar el momento presente -: “Es un homenaje a las familias. Tuvimos que estar separadas durante mucho tiempo y fue muy duro. No lo podemos olvidar tan rápido”. Y le gustaría que si alguien del futuro viera la publicación del 2021, se preguntase, al menos, que ocurrió este año.

“El Carmín es una oportunidad para volver a juntarse y disfrutar con un poco más de seguridad, gracias al ritmo de vacunación que hay en Asturias”, afirma rotundo, en relación al contenido de su cartel. Reconoce, en ese sentido, que es algo purista: le gusta que el diseño vaya al origen de las fiestas, no que se inventen una simbología inexistente (como, por ejemplo, si alguien tomara el color carmín de referencia para la lámina).

Lo dice también porque es de Pola de toda la vida, y para él, hacer el diseño del cartel es, además de un honor, una responsabilidad: “Me lo pidieron y no dudé. Pero tiene que representar al pueblo y sus fiestas”. Quería también ir acorde a la nueva directiva, mucho más joven que la anterior, y “meter algo de aire fresco”.

Jorge Fernández vive de su trabajo de diseñador gráfico, que le gusta y le “permite llenar la nevera”, aunque, esa no era su aspiración cuando comenzó a estudiar Bellas Artes: “En el diseño encontré una forma de vivir con un punto creativo, pero a mi me encantaría vivir de la creación plástica”. Pero ese tipo de vida es muy complicado y arriesgado a partes iguales: muy pocos lo consiguen. “Es un paso que te puede salir bien o mal. Hay gente que le cuesta mucho más darlo, porque hay diferentes obligaciones y esas te empujan a tomar decisiones. También hay que comer todos los días y pagar el alquiler”, señala rotundo el artista.

Cartel del Carmín, en detalle.

Este no es el único sueño aún sin cumplir que tiene Jorge Fernández, diseñador gráfico y artista plástico. Quiere, más pronto que tarde, regresar a su casa, al lugar donde le vieron crecer: “Me encantaría volver a Asturias y en un futuro no lo descarto. Ahora mismo estoy fuera por trabajo”. Es lo mismo que le ocurre a muchos jóvenes de su edad: en la región no encuentran trabajo de lo que han estudiado, entonces se ven obligados a emigrar.

“Salidas hay, pero tienes que buscarlas. No puedes estar esperando a que te aparezcan”, concluye. Y tiene clara la forma de regresar a Asturias: emprendiendo. Aunque es un paso complicado. De momento, el primer pie ya lo tiene puesto en la Pola, con el diseño del cartel de las fiestas.

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