Antes de que naciera la Plataforma Vecinal de La Fresneda, en el año 2006, los vecinos se sentían un poco en medio de la nada: ni de Oviedo, ni de Siero del todo, cuenta su actual presidente, Tony Gómez (Oviedo, 1969). Se mudó a la urbanización hace 23 años “cuando no estaba construido ni el colegio” y vio cómo se levantaban los cimientos de su casa y su vida. Hace dos, en 2019, salió elegido como cabeza de la organización. Sin embargo, por su trabajo como representante para una conocida marca de relojes – uno de ellos lo lleva en su muñeca–, no se pudo presentar como candidato a las elecciones locales, en las que sacaron un concejal. Fue Alejandra Cuadriello, con la que reconoce que están “encantados” y que no lo dice “por quedar bien”.

–¿Qué fue lo que le llamó la atención de La Fresneda?

–Yo me compré aquí un chalet cuando tenía 26 años, porque había venido al club con unos amigos de mis padres, de visita familiar. Me gustó la forma de vida: tener la casa en la calle, el aire libre, poder salir a hacer deporte y conocer a los vecinos de al lado y convivir con ellos. No era parecido a la vida que yo tenía en Oviedo, en la avenida de América. Era así, algo más “americano”. Yo creo que por eso engancha tanto. Recuerdo que me colaba en las obras, para ver como avanzaban. Dormí en mi casa la primera noche que me la dieron de lo ilusionado que estaba. Yo quería ver amanecer desde aquí. Me traje una televisión y un saco y me quedé en el salón.

–¿Y de la Plataforma Vecinal?

–La Plataforma Vecinal nació en el 2006. Estábamos a medio camino entre Oviedo y la Pola. En ese momento, había mucha gente que trabajaba en Oviedo, y el Ayuntamiento de Siero todo lo mandaba para la Pola. Ahora no es así. Y nos decían “esos tienen dinero, que se lo paguen”. Pero no es verdad, aquí hay mucho trabajador, y una casa aquí cuesta menos que un piso en el centro de Oviedo. Yo estuve en la presentación de la Plataforma, en la foto inaugural. Me gustó la idea desde el primer momento, y los votaba en las elecciones, pero no entré a formar parte hasta mucho más tarde.

–¿Hasta cuando?

–Fue a finales de 2018. El anterior presidente (José Carlos García ) anunció que lo dejaba, porque ya llevaba dos años sin vivir en La Fresneda. Había poca gente que se animaba a presentarse y estuve tanteando el terreno. Y a dos días antes de que se cerrara el plazo, me animé a presentarme. La verdad que me sorprendió porque ganamos con cierta comodidad. Entonces me di cuenta de que había muchas cosas por hacer si queríamos presentarnos a las siguientes elecciones. Fueron meses frenéticos, porque el anterior candidato lo hacía todo, y yo creía más en delegar. Formamos la Junta Directiva, con 12 personas, y actualizamos la Plataforma. Todo en seis meses.

–Y se presentó Alejandra Cuadriello.

–Fue por razones de trabajo, que ella podía compatibilizar mejor con su bufete de abogados. Estamos muy contentos, y no lo digo por quedar bien. A nosotros no nos pagan por estar en la plataforma, sino todo lo contrario; a veces hasta perdemos dinero. Por ejemplo, en la pandemia no paramos de hacer compras a vecinos que eran más mayores y que no podían salir de casa, y a veces, sin ir al banco, no nos la podían pagar en el momento. Lo mismo con los carteles electorales, y con muchas de las cosas que hacemos.

–¿Y está orgullosos de su trabajo?

–Mucho. En seis meses, conseguimos sacar un concejal con más de 1.400 votos, de los 4.000 habitantes de la Fresneda. Y en dos años, conseguimos el parking público al lado del Alimerka, la rotonda de arriba donde la gasolinera, que a veces nos dejaban aislados; mover la zona de fiestas; conciliar entre perros y niños, que en su momento fue muy importante. Nos gusta este Ayuntamiento, porque trabaja: está más a la gestión que a la política, por así decirlo. Aunque aún quedan muchas cosas por hacer, pero cuando se pueda, porque hay aún casas sin saneamientos.