Ángel García lleva seis años como alcalde de Siero, una licenciatura con master en política y gestión municipal. Sin embargo, le quedaba una espina clavada, acabar sus estudios universitarios. Lo logró anteayer, cuando a media tarde presentó su Trabajo de Fin de Grado (TFG), cerrando una etapa: “Tenía esa deuda conmigo mismo”, subraya el regidor.
Ahora el Alcalde es graduado en Comercio Internacional y Marketing, estudios que inició en 2010 y dejó aparcados en 2015 cuando solo le faltaba por rematar el (TFG). Estaba “saturado” y en pleno despegue de su carrera política. Ahora celebra haber completado ese reto y lanza un mensaje: “Ir a la universidad es enriquecedor, se lo recomendaría a todo el mundo, aprendes mucho, más allá de lo teórico”.
Los recuerdos se le acumulan a García cuando recuerda esta etapa, que inició pasados ya los 34 años, “pudiendo ser padre de alguno” de los alumnos con los que compartía aula. Sin embargo, eso no le frenó para entablar buenas relaciones “y pasármelo bien con ellos”. Eso sí, le queda algo pendiente: “Fue una pena que no pude hacer un erasmus”.
El Alcalde llegó a la Universidad de Oviedo cuando aún no lo era, y lo hizo “animado por una amiga”. Trabajaba como comercial en la Central Lechera y tras perder las primarias de su partido, cuando José Antonio Corrales dimitió, se lanzó a sacar estudios superiores. “Lo llevaba todo año por año, pero cuando acababa me quedó una asignatura y tenía que presentar el TFG ya en septiembre”.
Justo coincidió con las nuevas primarias en el PSOE, que acabó por ganar, como preludio de las elecciones en las que también se impuso. Entonces dejó los estudios, siempre con la vista puesta en volver. “No soy muy de titulitis. Creo que es tan meritorio hacer una Formación Profesional como la Universidad, pero esta te enriquece mucho. Tiene hasta mejores fiestas”, bromea el Alcalde. Aunque, por edad, no le tocó pisar tantas, su relación con los compañeros es lo que más destaca, sin escatimar palabras positivas para la institución educativa.
Aunque en el futuro nunca se sabe, García todavía no ve el momento de aplicar sus conocimientos en el mundo profesional: “Creo que me fallarían los idiomas”, asevera sobre el Comercio Internacional.
García ya puede decir que es un político titulado, pero huye de sacar pecho por ello: “Nadie es más o menos valido por tomar este camino. Creo que aporta mucho, pero yo no soy una persona distinta antes y después del título”.
